Tendrá que irse con mucho cuidado. Esa es la premisa que deberá seguir y acatar Sergio Ramos en los próximos partidos para evitar la sanción que se cierne sobre él en todas las competiciones que disputa el Real Madrid. Algo que se agrava visto la exigencia de los choques que vienen.
En Liga poco tardará y es cuestión de tiempo que vea su quinta tarjeta amarilla. Este sábado, frente al Atlético de Madrid en el Wanda Metropolitano, es la ocasión perfecta para un jugador que no se reprime en cometer falta cuando se ve superado y en un derbi más vale una tarjeta que un gol.
La impunidad con la que goza en muchas ocasiones le ha permitido arrastra cuatro cartulinas hasta la fecha, pero no hay que olvidar que Ramos es ya el jugador con más expulsiones de la historia de la Liga. Un total de 19 rojas directas y más de 170 amarillas que ha visto en el campeonato doméstico desde que es jugador del Real Madrid. Una amarilla ante los rojiblancos obligaría a Solari a buscar una alternativa –probablemente Nacho– para el partido contra el Girona del próximo sábado 17.
En Copa, muy presionado
La Copa es la amarilla que más preocupa. Mateu Lahoz le perdonó la expulsión en los últimos minutos del partido frente al Barça de este miércoles. El capitán blanco entró con dureza a Luis Suárez, pero no vio la segunda amarilla en una jugada clara. Mientras que en la primera amonestación Lahoz puso el listón muy alto, pero no le dio continuidad.
Una foto de Sergio Ramos y Luis Suárez durante el clásico copero / EFE
De ver una amarilla en el partido de vuelta del Santiago Bernabéu, el capitán no podría jugar la final si es que los blancos logran clasificarse. Algo difícil visto su estilo de juego: siempre al límite, y con una sola elección: balón o jugador, pero los dos no pasan.
En Champions más de lo mismo
En Europa tampoco se libra de la presión de Copa, aunque el camino a la final que se jugará en el Wanda Metropolitano. El 4 blanco tiene ya dos tarjetas amarillas y de ver una tercera en el partido de ida de octavos en Ámsterdam ante el Ajax, el próximo miércoles, se perdería la vuelta en casa frente a los holandeses.
Una presión elevada dada la necesidad del equipo de su presencia, pero que en este caso, es conveniente cumplir cuanto antes. De conseguir en tierras holandesas un buen resultado, no sería absurdo que forzará su tercera amarilla, pensando en cuartos.