Será el segundo capitán del Madrid y "muy madridista" como dijo Solari, pero Marcelo merece otro sitio que no es precisamente el carril derecho del conjunto blanco, sino el banquillo. Su última aparición en los terrenos de juego, en el clásico copero del Camp Nou que terminó en empate (1-1), dejó pruebas evidentes de un bajísimo estado de forma del brasileño así como una falta de empatía total con sus compañeros en las labores defensivas, que pese a que siempre se olvida, son su principal obligación como lateral.
Si la temporada pasada excusaba el vacío que deja en su espalda por sus incursiones ofensivas, la mayoría de ella exitosas, este curso ni una ni la otra. Defensivamente está lejos del nivel que ha mostrado durante diez años en el Madrid y ofensivamente tampoco aporta el desborde al que tiene acostumbrado al Bernabéu.
Marcelo mirando la celebración del gol de Malcom / EFE
Solo jugadas esporádicas, como la que realizó con Vinicius frente al Alavés que casi termina en gol, salvan los argumentos del brasileño.
Una competencia muy real
Con el puesto asegurado durante una década en Chamartín, dado su rendimiento que imposibilitó a cualquier otro futbolista disputarle el puesto, la apuesta de Solari por Reguilón hace temblar la continuidad del carioca en el once. Algo que se suma a los rumores sobre su posible sobrepeso y que cargan de razones al técnico argentino. Reguilón no es una amenaza de futuro, si no una realidad.
Hasta la fecha, el técnico blanco ha apostado por los mejores futbolistas del Castilla y la respuesta de todos ellos ha sido inmejorable. Han puesto en jaque grandes jugadores como el propio Marcelo, Casemiro o Bale. Con Vinicius adueñado de la banda izquierda, Reguilón ha dado esa solvencia defensiva al equipo. Hasta la visita al Camp Nou, Reguilón se había adueñado de la demarcación. Y no en partidos menores, si no en citas importantes. Sevilla, el Girona en la Copa, Espanyol y Alavés. Cinco partidos en los que la banda izquierda madridista ha dado sus mejores resultados.
Una fotde Sergio Reguilón y Vinicius Jr. durante un partido del Real Madrid / Instagram
El canterano no olvida sus obligaciones defensivas y se ha asociado bien con el delantero brasileño. Veloz, rápido en el repliegue, y decisivo en ataque. Un rendimiento que beneficia al equipo. El juego en la medular ha disminuido notablemente y Solari ha dotado a las bandas de mayor protagonismo.
La afición muy descontenta
Si Solari tiene dudas, la afición tampoco es ajena a lo que sucede en el verde. Cuestionado desde casi el inicio de temporada, su bajón anímico y deportivo también es una certeza entre el madridismo. Tras su encuentro frente al Barça, en el que quedó retratado en el tanto de Malcom, su marca individual, las redes no tuvieron el mismo respeto que quiso mostrar Solari en la rueda de prensa posterior al encuentro.
"O se pone en forma o no debe jugar ni la Copa", "Marcelo está como yo un sábado a partir de las 5, pidiendo el descabello" o "Malcom está haciendo lo que le da la gana con el lateral izquierdo del Madrid" son algunas de las frases que se acumularon en las redes sociales. Todos vieron las carencias del lateral y que, una vez más, no firmó un buen encuentro. Solari quiere recuperarle, no como a Isco, pero todo apunta a que la fiabilidad del Madrid pasa por su suplencia.
Si Solari elige a Reguilón para el derbi, Marcelo estará obligado a despertar.