Santiago Solari sobrevivió a su primer clásico como entrenador del Real Madrid. En su primera visita al Camp Nou, el argentino cosechó un empate frente al eterno rival que puede valer el pase a la final. El Madrid saltó al verde sin complejos y se aprovechó de un Barça con muchas dudas. Gol de Lucas Vázquez y poco más.
Generó ocasiones, pero el Barça por aquel entonces ya se había rehecho. Un resultado que deja la eliminatoria abierta, pero más favorable a los blancos con la vuelta en el Santiago Bernabéu. Un partido que no es definitivo por el que considera que "la eliminatoria está totalmente abierta. Esperamos ver otro gran partido en la vuelta".
El técnico blanco reiteró en varias ocasiones el buen trabajo del equipo y repitió insistentemente: "Mostramos que somos un grupo de jugadores que trabaja muy en serio". Un trabajo muy serio del que hubo un señalado claro: Marcelo.
Lejos de su mejor versión
Los focos miraban a Marcelo y con razón. En la cuerda floja y relegado a la suplencia intermitente de Solari por el canterano Reguilón –que este miércoles se quedó en la grada– el brasileño evidenció los motivos de Solari para tener dudas sobre su rendimiento.
Cuestionado por ello el técnico no quiso hacer sangre, pero su actuación estuvo muy lejos de su nivel habitual. Con su discurso institucional y políticamente correcto de siempre Solari zanjó la polémica: "Marcelo, nuestro segundo capitán, es 100% madridista, pone al Madrid siempre por delante de todo. Trabajamos para encontrar la mejor versión de todos".
Unas palabras que no contestaron a la pregunta, pero que cambiaron el rostro del entrenador blanco. El rendimiento del carioca estuvo muy por debajo de sus compañeros. Su banda fue de la que más provecho sacó el Barça con un Malcom desatado. Lo poco que le salvaba hasta ahora, su presencia en ataque, tampoco salió a relucir en el Camp Nou. Solari evita la polémica, pero los hechos son irrefutables.
Con su titularidad más cuestionada que nunca, el argentino continuó, pero no tuvo reparo en halagar a otros jugadores. Vinicius y Lucas Vázquez, sus dos extremos de confianza y apuestas personales, tuvieron palabras de admiración tras su partido: "No me sorprende lo de Vinicius porque le conozco. No me sorprende su manera de jugar. Que un chico de 18 años y recién llegado juegue de esta manera es sorprendente porque no sucede muy a menudo". En cuanto al gallego también tuvo halagos hasta para el madrisimo y España: "Lucas Vázquez tiene algunas de las virtudes que más valoro del carácter español: es solidario y valiente".