Santiago Solari es el técnico perfecto para Florentino Pérez. No será una estrella y quizás sus métodos y dinámicas no lleguen a nada, pero tras cuatro meses desde que llegó al banquillo del Santiago Bernabéu, el argentino ha mejorado el juego de los blancos –ya que peor no se podía hacer–, ha recuperado la ambición y sobre todo, ha aceptado y asumido ser la voz y rostro del discurso del presidente.
Este miércoles tiene su primera gran cita frente al eterno rival. El mismo escenario, aunque distinta competición, en la que su predecesor, Julen Lopetegui, perdió un cargo al que ya estaba sentenciado desde que firmó el contrato. Desde entonces ha ejercido un rol conciliador entre el vestuario y la afición y pese a que nunca ha desentonado, sus discurso dejan algunos interrogantes llenos de ironía.
Deportivamente el equipo ha mejorado, con cinco victorias consecutivas, pero la realidad tampoco es alentadora. Hoy por hoy el Madrid está un punto más lejos del Barça en la Liga, comparado con los resultados que obtuvo Lopetegui.
Entregado al escudo
Aun así, si algo ha cambiado en el Valdebebas son las ruedas de prensa. Mientras Florentino aprieta y pone presión a todo aquello que rodea el fútbol fuera de los terrenos de juego, Solari da continuidad a esa voluntad y discurso de cara a la prensa. Un títere, vamos.
El técnico del Real Madrid, Santiago Solari, saluda al presidente, Florentino Pérez / REALMADRID.COM
Su primera queja rotunda sobre el VAR ocurrió tras ganar el Mundial de Clubes. Los blancos cayeron frente a la Real Sociedad y el penalti, que no era, no pitado a Vinicius encendió a un madridismo que abogó por la justicia de la tecnología. Florentino llamó a Rubiales y Solari habló en sala de prensa. Reconoció que el equipo no estuvo bien, así como también tras el empate frente al Villarreal, pero señaló al VAR como uno de los culpables de sus males: "Todos nos equivocamos, pero cuando tienes la posibilidad de consultar cosas para que no haya errores no entiendo que el VAR no intervenga o no se recurra a él. Nos hicieron dos penaltis y el árbitro no consultó esas jugadas".
Tiene voz para lo que interesa
Primera campaña de presión. Una presión mediática que usa para lo que le interesa. Con los casos de Isco y Marcelo sobre la mesa, y evidentemente innegables, el técnico siempre ha echado balones fuera.
Cuestionado semana tras semana por las suplencias de Isco, el sobrepeso de Marcelo y otros jugadores con menos participación de la habitual en los últimos años, el argentino siempre ha hecho un llamamiento a la unidad: "Lo importante es que estamos juntos y remamos en la misma dirección", "No tengo ningún problema personal con nadie" o incluso un cuestionable "Isco me encanta".
Una foto de Isco y Santiago Solari / EFE
Unas declaraciones institucionalmente correctas, pero muy alejadas de la realidad. La última la efectuó este martes en la rueda de prensa previa al choque de Copa. Con tono irónico, muy habitual en el entrenador, cuestionó el calendario de ambos conjuntos. "El calendario es cuanto menos curioso, espero que no sea deliberado", haciendo alusión a la semana que tiene el Barça de descanso tras el choque de este fin de semana contra el Athletic Club.
Ahora, a por el calendario
Un calendario que han coordinado La Liga y la UEFA y que si aprieta las fechas blancas, también apretará las azulgranas a finales de enero, ya que la Champions se disputa en semanas distintas, pero ni se detiene la Liga ni la Copa. Algo que, además, ya afectó al conjunto de Ernesto Valverde en cuartos de Copa y que desde la capital han obviado.
Un discurso de presión en busca de un beneficio deportivo. El Barça por su parte se mantiene ajeno.