Isco sigue en la estocada. Su rol de suplente ha dejado de ser noticia con el paso de las semanas y todo apunta a que está sentenciado en el club blanco. Tras semanas de inactividad en el verde, Solari volvió a recurrir al malagueño frente al Alavés.
Una decisión que fue más una humillación para el jugador que una estrategia para afianzar los tres puntos visto el marcador. Fue el último cambio tras la entrada de Asensio y Mariano y tan solo dispuso de cuatro minutos, más el añadido, para demostrar por qué merece más.
El tercer tanto que convirtió Mariano salió de sus botas con un pase filtrado a Odriozola, pero su participación en el choque no fue suficiente para contentar al jugador.
Lo que faltaba
Fue de los primeros en enfilar por el túnel de vestuarios y en el palco del Bernabéu no ha sentado nada bien el desplante que hizo a Chendo, el delegado del Real Madrid. La leyenda blanca quiso animar al malagueño y cuando se acercó para darle una palmada en el hombro, el 22 se apartó airosamente.
Unas imágenes que han corrido como la pólvora y que captaron las cámaras de GOL TV.
Un desplante impropio de un jugador que no soporta más esta situación y que pese a ser comprensible, no es justificable con la única persona que no es responsable de sus suplencia. Pese al revuelo generado, el propio jugador quiso quitar hierro al asunto y publicó este martes una imagen junto a Chendo en su cuenta de Twitter.
Al parecer todo se trató de una broma. Algo difícil de creer su explicación vista la cara de pocos amigos con la que abandonó el césped del Bernabéu. Junto a la imagen, en la que aparecen abrazados, Isco espetó: "Sin duda una gran persona, es una broma nuestra, en un vídeo de 3 segundos no lo entenderéis! Abrazo señores!”.
Una imagen que apunta más a justificación y mensaje institucional que a realidad. Que Isco en frío se ha arrepentido es evidente, pero todo el mundo sabe que la losa que pesa ahora sobre él ante la afición y la directiva empeora su situación.