Partido a partido se demuestra que el Real Madrid está en el mejor momento de la temporada. La de anoche fue la cuarta victoria consecutiva en Liga y la quinta entre todas las competiciones. Los blancos no desaprovecharon los tropiezos de FC Barcelona y Atlético de Madrid y se reengancharon a la lucha por la Liga. Con el triunfo frente al Alavés (3-0) se sitúan a ocho puntos de los azulgrana y a solo dos de los colchoneros, a quienes visitan el próximo sábado 9 de febrero.
Consciente de la oportunidad que se le presentaba, Solari salió con todo ante los babazorros. Bale le robó el sitio a Lucas Vázquez, que previsiblemente será titular en el encuentro del miércoles. Ceballos sentó a Kroos y como viene siendo costumbre, Reguilón ocupó el carril izquierdo en detrimento de Marcelo. Odriozola y Nacho ocuparon el sitio de los sancionados Carvajal y Varane, sancionados.
No tuvieron ningún problema los blancos para superar al Alavés. No por exceso de ocasiones, sino por la inocencia de los blanquiazules con el balón. Sin él estaban bastante más cómodos y en la mayor parte del encuentro a los merengues les costó un mundo llegar hasta la portería de Pacheco. Acabaron decidiendo los tantos de Benzema y
Mucho balón y poca ocasión
Este sería el resumen para los primeros 45 minutos que cuajó el Real Madrid. El Alavés en ningún momento le peleó la posesión. A los de Abelardo les bastaba con formar dos líneas de cuatro férreas para que no se abriera el marcador. Portería a 0 y en alguna contra con Jony aprovechar el momento. Ese era el plan. Y salió bien durante 30 minutos.
Durante la primera media hora se presenció a un equipo blanco sin apenas movilidad. Pase tras pase, de banda a banda, pero llegar al área de Pacheco parecía una utopía. Lo intentaron Casemiro y Vinicius desde lejos, pero sus disparos no revestían ningún tipo de peligro. Hasta que, como viene siendo habitual en las últimas semanas, apareció Karim Benzema.
Benzema celebra el gol que abrió la lata en el encuentro frente al Alavés / EFE
Lo hizo en la única jugada en la que se movieron los jugadores. Vinicius filtró un gran pase para Reguilón, el canterano llegó hasta línea de fondo, levantó la cabeza y la puso para el francés, que a placer lograba batir a Pacheco. Fue el 18º de la temporada de un futbolista que en este último mes de enero se ha erigido como el líder del primer Real Madrid post CR7.
El gol infló los ánimos de los blancos, que se pusieron manos a la obra para lograr el segundo tanto cuanto antes. Lo habrían logrado si uno de los asistentes de Jaime Latre no hubiera levantado el banderín. Gareth Bale y Karim Benzema se disponían a encarar a Pacheco y de pronto se señaló un fuera de juego que cuanto menos era dudoso. Con la llegada del VAR no tiene ningún sentido que los colegiados intenten ser protagonistas. Lo más lógico es esperar a que finalice la jugada. Hoy al Real Madrid no le ha reportado ningún daño, pero este tipo de errores pueden acabar provocando un descenso o costando un título.
Confianza excesiva del Real Madrid
Tras el descanso, como ha pasado en otros tantos encuentros, los jugadores blancos se durmieron en los laureles. A excepción de la ocasión de Karim Benzema en el 49', el equipo de Solari rebajó el ritmo y la intensidad de la primera parte. El Alavés, en cambio, empezó a tener un poco más el balón, algo que tampoco era muy difícil en comparación con los 45 minutos previos.
Como todos los espectadores del encuentro, el Real Madrid en ningún momento vio peligrar los tres puntos. Como más cerca estaban los jugadores blanquiazules del área de Courtois menos ideas tenían. Tácticamente el encuentro de los de Abelardo fue muy bueno. Técnicamente ya no tanto. Jony, Guidetti y el resto de atacantes estuvieron muy desacertados en la toma de decisiones.
Al trantrán anotó el Real Madrid el segundo en el 79', obra de Vinicius Júnior. El primero del brasileño en la Liga. El segundo para Gil Manzano, que le contó también ese disparo que se iba directo al fuera de banda en el encuentro frente al Valladolid. El pase fue obra de Marco Asensio y el brasileño, solo, definió a placer.
Vinicius celebra su primer gol con el Real Madrid en Liga / EFE
Con el partido sentenciado hubo tiempo para que Isco sufriera la enésima humillación a manos de Solari. El malagueño entró en el 87' sustituyendo a Vinicius y tuvo tiempo para ayudar en la jugada del último gol, transformado por Mariano en el 91' tras un excelso centro de Odriozola, que volvió a demostrar que si Carvajal no está puede suplirlo con garantías. El dominicano, que volvía a los terrenos de juego tras varios meses de baja, cogió a contrapié a Pacheco y puso el broche perfecto para un encuentro que reafirma el gran momento del Real Madrid. Los blancos no podrían llegar mejor al clásico del próximo miércoles.