Desde que el pasado 17 de mayo Luis Rubiales fuera nombrado como presidente de la Real Federación Española su relación con Florentino Pérez ha sufrido varios altibajos. Todo empezó cuando el Real Madrid, a pocos días de empezar el Mundial, arrebató a la selección española al hombre que la había llevado hasta allí: Julen Lopetegui.
El fichaje del vasco, que a la postre duró menos de cinco meses en el banquillo del Santiago Bernabéu, no sentó bien al exfutbolista. Pasados los meses, el presidente de la RFEF y el del Real Madrid limaron asperezas e incluso Rubiales le ofreció al presidente blanco un puesto en la junta directiva de la Federación.
La buena relación era evidente. De hecho, el máximo mandatario del equipo madrileño agradeció públicamente a Rubiales su ayuda para que el Santiago Bernabéu acogiera la final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y River Plate. Tras unos inicios de relación algo complicados, parecía que las relaciones entre la RFEF y el Real Madrid volvían a ser cordiales.
El penalti de Rulli lo cambió todo
La buena sintonía duró menos que un caramelo en la puerta de un colegio. El polémico Real Madrid-Real Sociedad del pasado 6 de enero lo torció todo. No el encuentro en sí, sino el penalti de Rulli sobre Vinicius Júnior que no señaló el colegiado José Luis Munuera Montero. El equipo blanco acabó perdiendo ese encuentro (0-2).
El posible penalti de Rulli sobre Vinicius en el pasado Real Madrid-Real Sociedad / EFE
Esa acción provocó que Florentino descolgara su teléfono y llamara a Rubiales, que calificó esa conversación como "corta y con un tono educado". La crispación merengue fue a más tras las explicaciones que dieron de esa jugada Velasco Carballo y Clos Gómez, los dos colegiados encargados del VAR.
El penalti no pitado sumado a la explicación de los colegiados provocó la renuncia del presidente del Real Madrid al sitio en la junta directiva que le ofreció Rubiales unas semanas antes. Así lo explicó el presidente de la Real Federación Española de Fútbol: "Florentino aceptó ser miembro de la Junta, si no quiere venir es su decisión".
Algo que se plasmó el pasado lunes. Florentino Pérez no acudió cuando se supo que el 25 de mayo el estadio Benito Villamarín será la sede de la final de Copa del Rey. En el momento que más cerca estaban las posturas, el "todo OK, José Luis" rompió todo acercamiento logrado hasta entonces.