Parecía que no pero acabó sufriendo el Real Madrid El equipo blanco ha derrotado al Girona (4-2) en el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey y encarrila el pase a semifinales, aunque el Girona aún no ha dicho la última palabra.
Solari salió con todo, quizás sabiendo que la Liga hoy por hoy está muy difícil y que no se puede fiar de lo que el equipo pueda conseguir en la Champions. De los habituales titulares solo descansaron Carvajal, que se quedó en la grada, Kroos, recién recuperado de su lesión, y Varane, sustituido por Nacho. El resto de pesos pesados estuvieron en el césped –excepto Bale que sigue en la enfermería–: Courtois, Ramos, Marcelo, Casemiro, Modric, Vinicius, Lucas y Benzema. Odriozola sustituyó a Carvajal y Ceballos, como viene siendo habitual, ocupó el sitio de Toni Kroos.
Eusebio planteó el partido de forma radicalmente diferente. Respecto al último partido de Liga, descansaron el guardameta Bounou, los carrileros Valery y Pedro Porro, el central Bernardo, el centrocampista Pere Pons y el delantero Cristian Portu. El pichichi del equipo, Stuani, que estaba sancionado en el último encuentro del torneo liguero, tampoco fue de la partida. Jugadores como Ramalho, Doumbia, Douglas Luiz o el 'Choco' Lozano están muy lejos del nivel de sus compañeros. Y el equipo catalán lo pagó.
El Girona llegó con vida al descanso
Lo hizo gracias al gol en el minuto 6 del Choco Lozano. La nueva incorporación del Girona, Raúl García Carnero, se incorporó muy bien al ataque y su centro fue rematado a placer por el exdelantero del FC Barcelona, que llegó muy solo al área pequeña. El tanto fue un espejismo, respecto al rendimiento de los rojiblancos en la primera parte y también respecto a la actuación del hondureño durante el resto del encuentro.
El 'Choco' Lozano celebra el primer gol del Girona / EFE
El 0 a 1 despertó al Real Madrid, que empezó a acechar la portería de Gorka Iraizoz liderado por Vinicius Júnior, que volvió a ser el mejor de los blancos este jueves. Avisó el Madrid en el 11' con un disparo de Casemiro que se marchó muy desviado y solo un minuto después el guardameta vasco tenía que intervenir para evitar que un disparo lejano de Marcelo entrara en la portería. A la tercera no perdonó el Real Madrid. Odriozola se coló a la espalda de la defensa catalana y, cuando parecía que iba a rematar, la pasó atrás para Lucas Vázquez que remató a placer en el minuto 17.
El resto de la primera parte fue un sinfín de ocasiones madridistas. Un disparo de Odriozola que tapó Iraizoz, un chute de Vinicius al palo largo que se fue rozando el larguero, un remate muy centrado de Benzema... El Girona sufría mucho y no lograba calmar al Real Madrid, que seguía percutiendo. Por la izquierda, por la derecha, por el centro. Daba igual.
Hasta que llegó el minuto 41 y Vinicius, quién si no, provocó un penalti infantil. Lo cometió el que 35 minutos antes había adelantado a los catalanes, el 'Choco'. Ramos, como siempre, definió a lo panenka y colocó el 2-1 en el marcador. Conscientes de que era el momento, los futbolistas blancos siguieron insistiendo y el marcador podría haber sido más abultado en el descanso si el disparo de Benzema en el 46' hubiera ido unos centímetros más a la izquierda y no se hubiera topado con el palo. La mejor noticia para el Girona fue que el árbitro hiciera sonar su silbato y mandara a los jugadores hacia los vestuarios.
El Girona cortó la sangría
Los 15 minutos de descanso no le pudieron ir mejor al Girona. La entrada de Bernardo en el lugar de Alcalá ayudó al equipo catalán a mejor el nivel defensivo y de paso, a incomodar un poco a Vinicius, que en la primera parte hizo lo que quiso con Alcalá y Ramalho. Los rojiblancos no tenían el dominio ni del balón ni del encuentro, pero el Real Madrid ya no atacaba con tanta frecuencia como durante los primeros 45 minutos. Solo un disparo cruzado de Benzema que salvó Gorka puso en jaque al equipo gerundense.
Cuando mejor estaba el Girona llegó la lesión de Borja García, un hombre clave en los esquemas de Eusebio. Se marchó en el minuto 59. Un minuto antes había entrado Marcos Llorente y un minuto después entró Toni Kroos. El Madrid recuperó a dos hombres muy importantes y los catalanes perdieron a uno vital.
En un ataque de generosidad, y viendo que el Girona era incapaz de crear peligro, Marcos Llorente levantó la mano en el área madridista y logró impactar con el balón. El capitán, Àlex Granell, no dudó en asumir responsabilidades ante la ausencia de Stuani y transformó desde los once metros. Courtois adivinó el destino pero no pudo atrapar el potente disparo del centrocampista. Sin comerlo ni beberlo el Girona volvía a entrar en el partido.
El Madrid captó la señal
Después de 21 minutos de siesta, los blancos despertaron. Volvieron a acechar el área del Girona, que no se arrugaba pero no estaba tan cómodo en los instantes anteriores. Sin crear demasiado peligro antes, un centro de Marcelo lo remató Ramos hacia el fondo de la red y puso el 3 a 2 en el marcador en el minuto 77. Con este tanto, el camero logra su noveno de la temporada y se queda a un solo tanto de Gareth Bale.
Karim Benzema celebra el gol anotado frente al Girona / EFE
No lo hizo en la primera mitad pero sí en la segunda. Solo tres minutos después del tanto del central, el Madrid dio otro golpe y dejó la eliminatoria muy de cara. Benzema remató a placer un pase muy bueno de Vinicius, que como en la primera parte, lideró la reacción blanca. El Girona intentó acortar distancias pero nunca llegó a crear demasiado peligro. Los catalanes necesitarán una machada si quieren estar en el sorteo de semifinales de Copa del Rey.