Desastroso partido del Real Madrid. Otra vez. Ésta vez, en Butarque. El conjunto blanco llegaba al partido de vuelta de octavos de final de Copa del Rey con una cómoda ventaja respecto al Leganés. La victoria en el Santiago Bernabéu (3-0) el pasado miércoles parecía presagiar que el partido de esta noche sería un mero trámite para los madridistas. Pero esta temporada no hay partido fácil para el conjunto de Santiago Solari, como demostró el encuentro de Butarque (1-0), en el que el Madrid hubo momentos en que vio peligrar la eliminatoria.
Una de las novedades del encuentro fue el regreso de Isco al once titular. Otra vez, cuando el Real Madrid aparentemente no se jugaba nada, como ya sucedió frente al Melilla en Copa del Rey y frente al CSKA de Moscú en la Champions League. La posición del malagueño cambió a lo largo de los 90 minutos: en la primera parte jugó como interior y en la segunda, como falso nueve. En ninguna de las dos posiciones brilló el malagueño, que no dejó más que un par de detalles de calidad y una ocasión clara de peligro desaprovechada en la primera parte. Solari, que es más intransigente con él que con nadie, lo mandó de vuelta al banquillo en el minuto 67 tras su discreta actuación. Técnico y jugador ni siquiera cruzaron las miradas.
Isco y Santiago Solari ni se miraron cuando el malagueño fue sustituido en Butarque / EFE
El exjugador de Málaga y Valencia entre otros no fue la única sorpresa en el once. Como ya sucedió en el partido del pasado domingo frente al Betis, Solari decidió experimentar sabiendo que era muy difícil que su equipo quedara eliminado. El técnico argentino volvió a la defensa de cuatro pero salió con dos laterales zurdos: ubicó a Reguilón atrás y a Marcelo de extremo y a mediados de la primera mitad invirtió sus posiciones. En el 45 sustituyó al canterano para dar entrada a Ceballos y situar al brasileño en el lateral. Vinicius en la posición de delantero centro y Odriozola en el carril derecho fueron otras de las novedades, mientras Fede Valverde completó su tercer encuentro seguido como titular.
El Real Madrid salió confiado
Por lo visto, lo que veían los espectadores lo veían también los jugadores madridistas, que saltaron al césped de Butarque como si la eliminatoria ya estuviera resuelta. Una actitud que dio vida a los jugadores del Leganés, que se fueron creciendo a medida que la primera parte avanzaba.
El conjunto pepinero dominó la posesión del balón --60% en el minuto 25-- pero le costaba mucho llegar al área de Keylor Navas, mientras que el Real Madrid no podía siquiera acercarse a la portería de Iván Cuéllar. La primera ocasión de los locales llegó en el minuto 21: un centro de Juanfran desde la derecha que Gumbau no acertó a rematar, y posteriormente Lucas Vázquez privó de tirar a Kravets, que debutada hoy con la camiseta blanquiazul. Volvió a avisar el Leganés en el minuto 25 gracias a un testarazo de Sabin Merino que se marchó rozando el palo izquierdo de la portería madridista.
Siovas (izquierda) y Casemiro (derecha) disputan un balón / EFE
El Real Madrid tuvo la oportunidad de acabar de sentenciar la eliminatoria en el minuto 28. Tras un contrataque muy bien hilado por los futbolistas blancos, Isco se plantó solo delante de Cuéllar y tardó mucho en definir. Tanto que cuando se decidió a disparar un defensa detuvo su disparo. Y en el fútbol, cuando perdonas, te castigan. Y el Leganés cumplió con el dicho. Tan solo un minuto después, Braithwaite puso el 1-0 en el marcador tras una jugada llena de rebotes. El danés había estrellado el balón en el larguero unos segundos antes, el rebote le cayó a Sabin Merino, cuyo disparo se topó con Keylor Navas, y a la segunda Braithwaite ya no perdonó y empujó el balón hacia el fondo de la red.
El único cambio que supuso el gol fue el intercambio de posiciones entre Marcelo y Reguilón. El Real Madrid siguió igual de dormido y el Leganés seguía insistiendo aunque sin crear excesivo peligro. Lo mejor que le pasó al equipo blanco en la primera parte fue que el árbitro pitara el final y los equipos se fueran a los vestuarios.
Tímida reacción blanca
A Solari no le gustó lo que estaba viendo y dio entrada a Ceballos y sentó a Reguilón para recolocar a Vinicius Júnior en la posición donde más daño hace, en el extremo izquierdo. Mediante el despertar del brasileño llegó una ligera mejora del Real Madrid. El equipo blanco empezó a tener más el balón y el exjugador del Flamengo creaba las pocas ocasiones de peligro de su equipo. Al Leganés le pasó un poco como en el partido del Santiago Bernabéu. Tras su buena primera parte, en la segunda les empezaron a fallar las fuerzas, y poco a poco el Madrid se iba haciendo con el control del partido.
Vinicius disputa un balón con Omeruo en el partido de Butarque / EFE
Los cambios que introdujo Mauricio Pellegrino ayudaron al Leganés a despertar. Las entradas de José Arnáiz y En-Nesyri dieron alegría al juego de los pepineros, que tuvieron las mejores ocasiones para meterse en la eliminatoria en los minutos 83 y 84. Primero, Braithwaite con un remate muy blando que no tenía problemas para atrapar Keylor Navas, y después Sabin Merino con un disparo que se marchaba muy por encima de la portería del costarricense.
Antes de que finalizara el encuentro, Brahim estuvo a punto de anotar su primer tanto como madridista. Tras un gran pase de Vinicius estrelló el balón en el palo y no pudo evitar la derrota blanca en Butarque. Quien sí evitó que el resultado fuera más amplio fue Keylor Navas. El costarricense detuvo dos disparos a bocajarro de Sabin Merino en los instantes finales que aunque no hubieran hecho peligrar la eliminatoria, sí que hubieran supuesto un mayor ridículo.
La derrota es un resultado intrascendente pero doloroso para los seguidores blancos, que ven como su equipo sigue sin reaccionar y que, incluso cuando más fácil lo tiene su equipo les toca sufrir.