El Real Madrid no se reconoce. Conocido como el mejor club del siglo XX, resulta que pese a tres Champions consecutivas, sus cifras no le dan continuidad a dicha etiqueta en el siglo XXI. La situación actual es irritante para una entidad que pese a intentarlo de todas las formas, vive bajo la sombra de su eterno rival.
Dos ligas de las últimas diez, dos Copa del Rey y poco más en el panorama nacional que antaño dominaba sin complejos. La temporada es larga y nunca se le puede dar por muerto, pero la realidad es dura: quintos en la clasificación, con 30 puntos de 54 posibles y a 10 del líder, el Barça.
Descolgados en Liga
La debacle empezó con Julen Lopetegui en el banquillo, pero el tiempo parece estar dando la razón al técnico vasco. Su metodología no gustaba a gran parte del vestuario, pero la falta de rendimiento es única y exclusivamente responsabilidad de los jugadores. La crisis ha tenido continuidad con Santiago Solari al mando, que tan solo pudo maquillar esa ausencia de carácter y ambición en los primeros partidos, con resultados, porque el juego fue igual de nefasto que en septiembre.
Las cifras obligan a mirar atrás casi dos décadas. Desde la temporada 1999-2000, el Madrid no firmaba unos números tan desoladores en el campeonato doméstico bajo las órdenes, primero de Toschack y más tarde de Del Bosque. En aquel entonces, con 18 partidos jugados, los blancos se situaban en undécima posición con 26 puntos, una temporada que acabó con ka koctava Champions League en las vitrinas del Bernabéu.
El delantero francés del Real Madrid, Karim Benzema / EFE
El técnico argentino ha mejorado la dinámica del equipo comparado con Lopetegui con (cinco victorias, dos derrotas y un empate frente a las cuatro derrotas, cuatro victorias y dos empates del vasco, pero sus números no maquillan una temporada que, al menos, en la primera vuelta es para taparse. Su puesto actual en la tabla es el peor en 13 años, cuando en 2005-06, eran sextos.
Sin gol
Con una defensa endeble, tampoco ayuda al equipo la falta de gol que se vive en el conjunto. La marcha de Cristiano Ronaldo, y consigo sus 50 goles por temporada, ha dejado en la estacada a un equipo que depende de Benzema, más creador que goleador pese a ser un nueve, de Bale, en la enfermería más que en el verde, y de Vinicius, Asensio o Lucas Vázquez, trabajadores pero sin tanto gol como el luso.
Sergio Ramos se lamenta de la derrota frente al Levante / EFE
Llevan 26 goles a favor, la peor cifra desde 1993-94. Encajados, 23, también la peor cifra de los últimos diez años a estas alturas del campeonato doméstico. Números reales, por no hablar de sensaciones, que evidencian una crisis de la que nadie tiene la varita para poner fin.