Volvió a pinchar. El Real Madrid regresó del Mundial de Clubes como campeón de mundo y cayó como un novel frente a un Villarreal inmenso, que consiguió el empate (2-2) sobre la bocina tras una segunda parte en la que mereció mucho más.
Los blancos no supieron sumar los tres puntos de un encuentro pospuesto que tenía todos los alicientes para atragantarse al conjunto de Santiago Solari, y que finalmente se atragantó y fe qué manera. Empezó el submarino amarillo con las ideas claras y atosigando al rival, y el héroe y mito de la afición valenciana, Santi Cazorla, abrió y cerró el marcador tras la remontada blanca.
Tensión desde el inicio
Partido vistoso y de fútbol alegre. Los hombres de Luís García Plaza salieron con un guión claro y pusieron el encuentro en su favor a los tres minutos. Cazorla abrió el marcador en el minuto tres de partido tras un disparo cruzado que dejó sentado a Courtois. Un golazo que culminó en el 85 con el empate. Dos tantos que fueron solo la guinda a un partido para enmarcar. Cazorla volvió a brillar cuando más lo necesitaba su equipo.
Con el Real Madrid conocedor de la distancia de siete puntos frente al Barça, volvió a tirar de veteranía y Benzema puso las tablas en el siete con un remate de cabeza a placer tras perder la marca. Un golpe de efecto inmediato que animó a los blancos y que hundió a los locales. El Madrid contragolpeó y Varane, también en un centro batió a Asenjo.
Los jugadores del Real Madrid celebran el gol de Varane frente al Villarreal / EFE
Un marcador favorable que volvió a relajar a los blancos y que volvió a dejar entrever el juego que ha caracterizado a los blancos durante toda la temporada. Endeble, frágil y con excesiva confianza pese a un marcador tan corto. La primera parte fue un espectáculo de fútbol. Con ambos conjuntos jugando sus cartas, pero la baraja se hizo demasiado corta para un Madrid que no supo materializar las ocasiones.
Modric marcó el tercero en el 33, pero el linier anuló el tanto por fuera de juego en el que el VAR no tuvo que intervenir.
Nuevo pinchazo del Madrid y de Bale
Con el marcador a favor, y Layún sufriendo constantemente las internadas de Gareth Bale, el galés volvió a lesionarse. La velocidad del extremo se quedó en el vestuario y el Villarreal salió beneficiado. Ni con tres peloteros como Isco, que entró por el 11 blanco, Kross y Modric, los blancos no supieron controlar un partido que pedía astucia más que destrucción del juego.
Benzema se lamenta de una ocasión frente al Villarreal / EFE
Y en ese afán por deshacerse del esférico, el Villarreal recuperó la posesión e hizo valer su condición de local acompañado de una afición que los llevó en volandas. El Madrid empequeñeció y pese a que Lucas Vázquez tuvo el 1 a 3 frente Asenjo, pero erró. Apunto de sellar una victoria in extremis, volvió a aparecer Santi Cazorla para mandar el balón al fondo de la red con un cabezazo imparable por debajo de las piernas de Courtois. Un partidazo del asturiano que certificó su buena forma física acompañada de una calidad que nunca le ha abandonado.
Cazorla celebra su tanto del empate frente al Real Madrid / EFE
Un punto, que pudo quedar en nada tras los dos contraataques de los locales que no supieron materializar y que certifica el ya habitual mal inicio de año de los grandes. El Madrid duerme este jueves a siete del Barça, y al igual que los azulgranas deberán acabar con su mala racha frente al Getafe el domingo, el Madrid tampoco mejoró su historial. La pasada campaña perdió sus dos primeros encuentros del año nuevo, uno de ellos frente al Villarreal en Copa del Rey en el Bernabéu, una historia que se repitió en la Cerámica este jueves.
Sin Bale, y con Solari más cuestionado que nunca, los blancos recibirán a la Real Sociedad el domingo para recortar distancias. La afición blanca les espera cansada de la falta de actitud y compromiso de un equipo que ya ni sabe ni manejar los tiempos de un encuentro.