La temporada 2018-19 no está haciendo más que dejar dudas respecto al rendimiento del Real Madrid. El equipo blanco se encuentra cuarto en la tabla de la Liga por detrás del FC Barcelona, el Sevilla y el Atlético de Madrid y, pese a que se clasificó como primero de grupo en la Champions League y ganó el Mundialito, las sensaciones no son las mejores.
Con el cambio de Lopetegui por Solari la situación no ha mejorado tanto como se esperaba desde la cúpula blanca. Derrotas como la de Ipurúa (3-0) o la sufrida en el Bernabéu frente al CSKA (0-3), o victorias tan discretas como la del Alcoraz frente al Huesca (0-1) y frente al Rayo Vallecano en casa (1-0) hacen dudar de la valía del técnico argentino para dirigir al Real Madrid.
Enero, un mes complicado para los grandes
De la misma forma que le pasa al FC Barcelona, los últimos meses de enero del conjunto blanco no han sido precisamente ideales. Sin ir más lejos, en la pasada temporada el Real Madrid fue incapaz de ganar los dos primeros partidos de Liga del año. Empató en Balaídos (2-2) y perdió frente al Villarreal en su estadio (0-1). Pese a que remontaron el vuelo en la competición liguera, en Copa la situación no mejoró y cayeron eliminados en cuartos frente al Leganés tras perder 1-2 en el partido de vuelta en el Santiago Bernabéu.
El Leganés logró el mayor hito de su historia tras eliminar al Real Madrid
Lo de la Copa es algo habitual en las últimas temporadas del club blanco. En la temporada 2016-17, también en cuartos, fue el Celta el verdugo de los blancos. Perdieron en casa (1-2) y no pudieron pasar del empate en Balaídos (2-2). En Liga no les fue mucho mejor con solo nueve puntos de 12 posibles. Ganaron los tres partidos en casa pero sufrieron una derrota en el Pizjuán (2-1).
En las dos campañas anteriores fueron incapaces de ganar el primer partido del año. En la 2015-16 empataron frente al Valencia en Mestalla (2-2) y tres semanas después tampoco pudieron pasar del empate en el Villamarín (1-1). En Copa no fueron eliminados entonces sino dos meses antes. Fue la temporada del famoso incidente de Cheryshev, que jugó frente al Cádiz pese a que estaba lesionado.
Fue el año 2015 el peor inicio de año reciente que se recuerda del Real Madrid. Perdieron el primer partido de Liga en Mestalla (2-1) y tres días después fueron vapuleados en el Vicente Calderón en el partido de ida de octavos de Copa del Rey (2-0). Hay que remontarse al año 2014 para encontrar un inicio de año perfecto: ocho partidos, ocho victorias.
Presión constante desde arriba
Si algo necesita un entrenador es confianza y tranquilidad, algo que en el banquillo del Santiago Bernabéu es difícil de encontrar. Santiago Solari lleva dos meses en el cargo y tiene contrato hasta el año 2021, pero nada ni nadie le garantiza que vaya a seguir en la disciplina blanca hasta entonces. Florentino Pérez exige resultados.
Solari, pensativo durante un entrenamiento / EFE
Y es que desde que el máximo mandatario blanco preside al Real Madrid, son 13 los entrenadores que han pasado por sus manos en dos etapas. Los que han ganado, como Mourinho, Zidane o Ancelotti, se han quedado. Los que no, han visto rápido por dónde se sale del Santiago Bernabéu.
Pese a que la apuesta por él ha sido firme, Santiago Solari sabe que los resultados de este inicio de año marcarán su futuro. El Real Madrid puede volver a meterse en la lucha por la Liga o quedarse definitivamente fuera, puede llegar a la final de Copa o, como en los últimos años, quedarse fuera demasiado rápido. De esto, básicamente, dependerá la continuidad del técnico argentino.
Convocatoria de Solari para el Villarreal-Real Madrid
Porteros: Keylor Navas, Casilla y Courtois.
Defensas: Carvajal, Ramos, Varane, Nacho, Marcelo, Odriozola y Reguilón.
Centrocampistas: Kroos, Modric, Casemiro, Valverde, Isco y Ceballos.
Delanteros: Benzema, Bale, Lucas Vázquez y Vinicius.