Sergio Ramos es ya uno de los futbolistas más laureados de la historia del Real Madrid. El central andaluz sumó su vigésimo título vestido de blanco con el Mundial de Clubes conquistado -o mejor dicho: regalado- ante el Al-Ain.
De este modo, el capitán del Real Madrid se coloca a tres títulos de Gento y a uno de Sanchís, los únicos futbolistas merengues que han ganado más campeonatos que él. Eso sí, Sergio Ramos está empatado con Marcelo en este aspecto, dado que ambos han ganado los mismo títulos juntos con el conjunto blanco. Aunque le pese, deberá compartir la gloria con el brasileño.
Tanto Ramos como Marcelo, levantaron su primer trofeo con la Liga de la temporada 2006-07. Desde entonces ambos han ganado un total de cuatro Ligas, cuatro Champions, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa, dos Copas del Rey y tres Supercopas de España. Un total de 20 títulos.
"Es un número que no te imaginas cuando empiezas a jugar al fútbol y con el tiempo te das cuenta de lo que vas consiguiendo. A título personal me gustaría entrar en la lista de jugadores del Real Madrid con más trofeos”, explicó Sergio Ramos después de conquistar el Mundial de Clubes. “Gento es el que más ganó con 23”, añadió. El andaluz sabe cuál es el rival a batir.
La arrogancia de Ramos
Sergio Ramos colaboró indudablemente en la última victoria del Real Madrid. Salvó un gol bajo palos en los primeros minutos del encuentro, los únicos en los que el Al-Ain inquietó la portería blanca, y no falló a su cita con el gol consiguiendo el tercero. En ese momento sacó a relucir su faceta más autoritaria.
Tras marcar, Sergio Ramos mandó callar a una grada que lo había estado pitando con insistencia al principio del partido, probablemente recordándole la fea lesión a Salah en la pasada final de la Champions. Lleno de ira, Ramos se encaró con los aficionados por silbarle y en rueda de prensa volvió a expresar su indignación.
"Los pitos son inexplicables, me salió eso, yo creo que hay que respetar a las figuras del fútbol", afirmó tras su polémica celebración. En un alarde de modestia, él mismo se definió como “figura del fútbol”. Pues aun a las figuras del fútbol conviene reprenderlas cuando actúan mal, como es el caso de lesionar con alevosía a otro futbolista.
Aspira a todo
Ramos terminó el partido eufórico. Un partido flojo y aburrido que el Madrid ganó sin despeinarse y sin jugar demasiado bien. Aun así, el andaluz reivindicó el papel de su equipo: "En todas las competiciones estamos muy bien. Al Real Madrid no se le puede dar por muerto porque al final vamos a estar ahí arriba peleando por todos los títulos", aseguró.
Guste o no, autoritario, arrogante y agresivo, así es el tercer futbolista más laureado de la historia del Real Madrid. Acorde con las señas de identidad del club de Chamartí.