El caso Isco no termina en el Real Madrid. Solari le dio la titularidad frente al Melilla junto a Marco Asensio, pero la cara del malagueño era un poema. De jugar la Champions como titular indiscutible a ser el revulsivo para sentenciar un pase a octavos de la Copa del Rey.
Aun así, el problema va más allá. La relación entre el centrocampista y el técnico argentino se ha tensado con el paso de los días y la conexión técnico-jugador, tan necesaria en este deporte, es inexistente. Desde su llegada al banquillo, la presencia de Isco en liga y Europa cayó en picado y este jueves fue titular por primera vez desde que el argentino se hizo cargo del vestuario blanco. Una situación que se ha alargado con el paso de las jornadas y que ha puesto al futbolista en el punto de mira.
Posible salida
De momento, Solari no piensa cambiar su percepción sobre el jugador. Considera que hay otros futbolistas en mejor estado de forma y que pueden encajar mejor en su esquema de juego. Un escenario que no invita al optimismo y por el que el 22 blanco podría valorar una salida del club madrileño el próximo mercado de invierno, si llega una oferta irrechazable para la entidad de Chamartín, o ya en verano.
Una foto de Isco Alarcón en el banquillo del Santiago Bernabéu / EFE
Todo dependerá de la continuidad del argentino en el banquillo del Bernabéu. Con un primer año de prueba, pese a firmar un contrato de tres, si Solari continúa al cargo del equipo la próxima temporada la salida de Isco será irremediable. Con un poder de decisión mayor y una plantilla a confeccionar a su gusto, Florentino y Solari buscarían una salida al jugador que ostenta un cartel envidiable en Europa y que podría financiar la llegada de otro galáctico.
Situación irreversible
Además, la situación parece que no tiene marcha atrás. La falta de actitud de la que algunos compañeros han acusado al malagueño juega en su contra, pero más todavía su pasividad. El cambio de entrenador no ha sentado bien al internacional español que parece haber tirado la toalla. Falta de intensidad en los entrenamientos y una apatía total. La única solución que ve el jugador es demostrar al técnico que se equivoca, pero que por su estatus cree que no debe demostrar en los entrenamientos. Un pez que se muerde la cola y que le condena al banquillo.
Una foto de Isco Alarcón / EFE
Con esta tesitura, Isco forma parte ahora, sorprendentemente, del equipo B para partidos intrascendentes o de menor categoría. Solari ha hecho oficial esta situación con su titularidad frente al Melilla, pero como siempre Solari no se moja. Tras el encuentro dedicó una bonitas palabras a malagueño por sus dos goles y sus 90 minutos completados. Mantuvo su discurso institucional y echó balones fuera.