Keylor Navas está harto de su situación en el Real Madrid. Se siente impotente. Frustrado. Ha comprendido que no importa lo que haga. Nada va a cambiar. Por mucho que se esfuerce en los entrenamientos, por mucho que trague con las ofensas de su propio club, por mucho que demuestre día a día una actitud intachable. Nada le va a devolver la portería blanca. Florentino lo quiere fuera. Y Solari cumple las órdenes.
Pero el guardameta costarricense no se rinde. Sabe que no cuenta para Solari. Ha captado el mensaje. De modo que una vez asumida la situación, solo le queda una salida: forzar su marcha del Real Madrid.
Keylor quiere jugar. Si no es en el Bernabéu, tendrá que ser en otro sitio. Y cuanto antes cambie de aires, mejor. El costarricense cumplirá 32 años el próximo 15 de diciembre. No puede permitirse un año en el banquillo. Está en los mejores años de su carrera deportiva y tiene que estirarlos tanto como pueda. Por eso busca una salida inminente. Y quiere que sea gratis.
Navas pasa al ataque
Keylor Navas habría pedido al Real Madrid que le deje salir sin coste alguno en enero. Quiere poder negociar su futuro con plena libertad. Considera que es lo mínimo que puede hacer el club por él. El costarricense ha demostrado una actitud ejemplar en todo este tiempo, qué menos que recibir un trato similar. Le ha dado tres Champions consecutivas al club. Ha sido y es un profesional como la copa de un pino. Se lo merece.
Pero el Real Madrid no está por la labor. Florentino Pérez no quiere ni oír hablar de dejarle escapar gratis. Keylor Navas tiene contrato en vigor hasta junio de 2020. Todavía se puede sacar tajada de su traspaso.
Fin de la partida
Keylor Navas vive su peor momento desde que llegó a Madrid. Siempre estuvo cuestionado por las altas esferas de la directiva, pero gozaba del apoyo unánime de la afición y se ganó a todos y cada uno de sus entrenadores. A base trabajo y esfuerzo. También contaba con el cariño de sus compañeros en el vestuario. Y sus excelentes prestaciones estaban a la vista de todo el mundo.
Los porteros del Real Madrid Keylor Navas (d) y Thibaut Courtois (i) se entrenan ante el técnico, Santiago Solari / EFE
Pero la cosa cambió este verano cuando Florentino consiguió al fin satisfacer su deseo: fichar a otro portero. La llegada de Courtois relegaba necesariamente a Keylor Navas. Siguió contando con el apoyo del vestuario y de la afición, incluso mantuvo el debate abierto con Lopetegui. Pero nada pudo hacer con la llegada de Solari, fiel vasallo del presidente. Sus días de gloria en el Bernabéu han tocado a su fin.