El partido que enfrentó al Real Madrid contra el Melilla este jueves en el Santiago Bernabéu tenía pocos atractivos a nivel futbolístico. Los blancos, ya clasificados para los octavos de la Copa del Rey tras el 0-4 en Melilla, asumían el duelo como un puro trámite. Se resolvió sin mayor historia con un resultado abultado (6-1).
Santiago Solari apostó por dar minutos a Isco en el partido más insulso. Una humillación más que un premio que sirvió para avivar la polémica entre ambos, todavía candente. También lo hicieron jugadores que por el momento no han dado el rendimiento que se esperaba como Marco Asensio, Vinicius o Mariano.
Isco, uno más de los suplentes
El malagueño acaparaba todos los focos antes del partido. Era titular por primera vez con el técnico argentino y capitán, sorprendentemente por delante de Dani Carvajal. Un partido que no le motivaba en absoluto, según se podía leer en su rostro.
Isco durante la celebración de su primer gol / EFE
Pensando más en las posibilidades de salir en el mercado de invierno, Isco Alarcón repartía el juego sin apenas correr a aquellos que aún ven posibilidades de gozar de minutos de calidad.
Justo después del descanso el malagueño puso el 4-0 en el marcador con un disparo lejano. En el tramo final del partido y el Melilla cabizbajo puso el sexto gol. Sin ningún tipo de celebración y alegría en ambos casos Isco vio como recibió el cariño de sus compañeros.
Ante un segunda B no tendría que ser sorpresa ver al internacional marcar las diferencias. Quizás, sí lo fuese su reacción de pasotismo en varios momentos del choque.
Asensio, dos goles y una asistencia
Marco Asensio es otro de los señalados por la afición debido a su bajo rendimiento en lo que llevamos de temporada. El mallorquín se mostró solvente en banda derecha hasta desaparecer por completo en la segunda parte.
El primer gol del encuentro no llegó hasta un desajuste defensivo del Melilla que dejó un carril central a Asensio para que condujera el balón hasta dentro del área y pudiera marcar a placer. Dos minutos después definía solo un pase Vinicius. Más tarde asistía al central Javi Sánchez.
Los jugadores del Real Madrid felicitan a Isco / EFE
Allí despareció la promesa de Mallorca. Seis minutos le sirvieron para dejar encarrilado el partido y dedicarse a jugar en horizontal. Su cara de aburrimiento, incluso en la celebración de los goles, dejó patente que no le gustó el castigo de Solari después de sus polémicas declaraciones: "A mí no me toca tirar del carro".
Isco-Asensio, tándem contra Solari
Parece que los dos jugadores esperaban otro rol cuando llegaron al Real Madrid. Han visto como jugadores teóricamente inferiores, como Lucas Vázquez, les han pasado por delante. Parece que el técnico argentino valora más las ganas de luchar y de darlo todo dentro del campo que la supuesta calidad.
En los primeros minutos de encuentro quedó patente. Asensio desaprovechó una clara oportunidad de definir ante el portero melillense para cedérsela a su compañero de banquillo Isco. La jugada se malbarató. En caso de querer revertir la situación, estas jugadas deberían ser resueltas decididamente y sin vacilar.
Finalmente, los dos disputaron el partido de principio a fin. Traducido a la jerga del fútbol no significa nada más que pocas opciones de tener minutos el fin de semana ante el Huesca.
Vinicius, más sombras que luces
El brasileño era el otro gran atractivo para los aficionados del Bernabéu. A pesar de sus buenas intenciones y de intentar desequilibrar en todo momento, poco provecho le sacó a su velocidad.
Vinicius y Asensio celebran el gol del brasileño / EFE
Un par de disparos alejados del arco fue el resultado del joven en el primer tiempo. Su individualismo hizo enfadar en más de una ocasión a un oxidado Mariano y al siempre visceral Dani Ceballos. El brasileño resolvió de manera acertada una acción en el extremo izquierdo que le sirvió para asistir a Asensio.
La única ocasión donde la promesa blanca mostró un poco de potencial fue su gol en la segunda parte. Al nuevo Neymar le queda aún mucho recorrido por hacer. Un Segunda B era una opción para reivindicarse y no la aprovechó.
El Bernabéu gana en Copa dos años después
La afición blanca hacía casi dos años que no veía un triunfo en su estadio en partido de Copa. La última victoria fue en 2017 ante el Sevilla (3-0). Tras ese partido, el Real Madrid consiguió dos empates --Fuenlabrada y Numancia-- y dos derrotas ante Celta y Leganés.
Es noticia, por tanto, algo que no debería serlo. Tras derrotar al equipo de Melilla, el Real Madrid rompe su particular mala racha en la Copa del Rey.