Tras llegar al Real Madrid como un superestrella, Mariano Díaz se ha visto relegado al banquillo tras la llegada de Solari al banquillo y el fichaje bomba del verano ha quedada disuelto en un suplente sobrepasado por Vinicius. Con muy poco protagonismo en el terreno de juego, el hispano-dominicano acaparó este martes todos los focos en el entrenamiento del club por cuestiones extradeportivas.
El delantero lució a su llegada a la Ciudad Deportiva de Valdebebas su nueva adquisición automovilística. Un Rolls-Royce Wraith valorado en 250.000 euros. Un capricho que el ariete ha querido lucir ante sus compañeros y empleados del club que mostraron su perplejidad al verle llegar.
Normas no escritas
Y es que pese a que desde el club no entran a valorar las compras personales de sus jugadores, el 7 blanco se saltó una de las recomendaciones del club. Audi, patrocinadora y colaboradora del Real Madrid desde hace 15 años, proporciona a cada jugador de la plantilla un vehículo de libre elección a los jugadores cada inicio de temporada. Con dicho acuerdo el club recomienda que los jugadores acudan a los lugares donde pueda haber presencia de medios de comunicación, ya sea partidos, entrenamientos o actos oficiales-- con el coche proporcionado por la marca alemana.
Una foto de Mariano llegando a Valdebebas con su Rolls-Royce Wraith
Mariano no es el único que ha incumplido dicha normativa, pero su estatus en el vestuario ha llamado la atención del club. Ya en su día Cristiano Ronaldo, Benzema o Sergio Ramos fueron vistos con otros automóviles y también recibieron un toque por parte de la entidad de Chamartín. Unas imágenes que han corrido como la pólvora por las redes sociales y que no ha gustado nada a los directivos del Madrid.
Además, el coche en cuestión es el modelo más potente de la marca británica que quedó estacionado en los aparcamientos reservados para Audi. Un feo que desde la compañía no gusta que se repita dado que la cesión de los vehículos a los jugadores blancos cuesta unos dos millones de euros por temporada.