En mitad de la vorágine que ha supuesto la guerra de Isco contra Scolari, aparece un nuevo futbolista que se suma al clan español de los olvidados por el técnico argentino. Hablamos de Dani Carvajal.
El lateral diestro supuestamente titular del Real Madrid empezó sin contar para el técnico argentino porque salía de lesión. Álvaro Odriozola, ahora lesionado, se afianzó en el puesto durante los primeros envites de Solari.
Si bien su situación es distinta a la de Isco –el malagueño no ha jugado ningún partido como tiular e, incluso, se quedó en la grada en el Roma-Real Madrid–, Carvajal tampoco entró en los planes del entrenador hasta la lesión de Odriozola el pasado sábado contra el Eibar, donde los blancos fueron vapuleados por el equipo armero. En Roma sí que fue titular. No quedaba otra.
Carvajal, a favor de Lopetegui
Carvajal dijo el lunes en la rueda de prensa previa al partido de Champions que "hay que echarle cojones". Habrá que ver si esa muestra de actitud es suficiente y convence a Solari –el más habituado a utilizar esa expresión desde que se hizo cargo del banquillo blanco– para seguir apostando por Carvajal cuando regrese Odriozola.
Una foto de archivo de Julen Lopetegui / EFE
El tema que juega en contra de Dani son unas recientes declaraciones suyas. Dijo que Julen Lopetegui ha sido "el mejor entrenador" que ha tenido nunca, después del triste legado que dejó el técnico vasco en el banquillo del Real Madrid, asociado a la pobre imagen y a la poca brillantez de un juego falto de ideas y de resultados. Pese a todo, Carvajal no se cortó hace poco más de tres semanas, cuando Solari ya llevaba dos partidos comandando a los blancos.
División en el vestuario
Parece que, en ese sentido, en el vestuario hay una división interna clara entre jugadores como Modric, Toni Kroos y Gareth Bale, los cuales disfrutan de una titularidad indiscutible con el técnico argentino, y los jugadores que se incluirían en el clan español, como Isco, Marco Asensio, Ceballos y ahora Carvajal, los cuales han tenido pocos minutos desde que Solari cogió las riendas del equipo.
Lucas Vázquez y Sergio Ramos durante un entrenamiento del Real Madrid / EFE
Tras el amargo período de Julen Lopetegui como entrenador del Real Madrid, parecía que Solari había hecho renacer a los blancos de sus propias cenizas y hasta parecía que empezaban a coger velocidad de crucero con cuatro triunfos consecutivos. Aunque, si bien es cierto, que al frente tuvo rivales inferiores, pero que se les podría equiparar con el Eibar a nivel de plantilla y de resultados.
Sin ganas, sin rumbo
La derrota en Ipurúa deja entrever la falta de actitud e ideas en cuanto al juego del equipo madridista. Ya lo dijo el capitán, Sergio Ramos, después del partido, y lo ha declarado otras veces Casemiro, cuando Lopetegui dirigía el equipo sin rumbo. El hecho de que no todos "tiren del carro" no se ha esfumado con la contratación de Santiago Solari. Y es que el vestuario está más dividido que nunca.
Santiago Solari, entrenador del Real Madrid, en Eibar / EFE
El cambio de entrenador solo ha servido como una especie de parche temporal para inyectar una pizca de moral que ya parece haberse agotado. Y lo que es más importante, ha quedado evidenciado que no ha servido para establecer una idea de juego clara en la que todos los futbolistas queden satisfechos. El batacazo de la marcha de Cristiano Ronaldo ha desestabilizado por completo al equipo y parece ser una losa insalvable.