No hay equipo con más fortuna en el planeta que el Real Madrid. La crónica que se repite jornada tras jornada cuando juegan los blancos, con dudas e inseguros, pero siempre consiguen ponerse por delante en el marcador. Los hombres de Solari vencieron a un Valencia (2-0) que tuvo dos caras y que tiró el partido tras una primera parte de risa.
Sin continuidad en el juego, sin ideas y con la mala fortuna de conceder un gol en propia, los de Marcelino dieron vida a un Real Madrid que especuló con la posesión dada la poca pegada que Bale, Benzema y Lucas Vázquez supieron imprimir en el área che. Un destello físico de Carvajal dio el primer tanto a los de Solari --en propia puerta tras un cabezazo de Wass-- y otro destello del lateral --intratable en su banda-- sirvió el gol a Lucas Vázquez para sentenciar el partido cuando más sufrían los blancos.
Para olvidar
Empezaron ambos equipos a la espera del guión y la propuesta de Solari y Marcelino, pero el Real Madrid, consciente del primer turno –el primero en jugar de los grandes-- y de la necesidad de dar una buena imagen ante su público –tras las dudas evidenciadas frente a la Roma-- dejó atrás la espera para dar un paso adelante.
No avasalló la portería de Neto, pero Ramos y Varane estuvieron excelsos al corte, con Reguilón y Carvajal entregados en ataque y Ceballos, Modric y Llorente dando continuidad a una posesión que asoló al Valencia, incapaz de dar cuatro pases seguidos dada la elevada presión en campo contrario de los blancos.
El primer aviso lo dio Benzema en el minuto tres tras empalmar un centro de Bale de volea, pero se marchó fuera por poco. Un primer aviso que fue el preludio del gol. La posesión surgió efecto y la suerte, una vez más sonrió al Madrid. En una de las primeras incursiones por la banda derecha de Dani Carvajal, el madrileño dejó atrás a varios rivales y tras perder el balón, la fragilidad defensiva en el despeje permitió al 2 blanco centrar un balón que Wass cabeceó al fondo de la red.
Hundidos
Gol en propia puerta y efecto inmediato. El partido se puso cuesta arriba para un Valencia que no encontró a Parejo y tampoco las bandas de Guedes y Carlos Soler y apenas tuvo ocasiones claras ante la atenta mirada, pero lejana, de Courtois.
Una foto de Sergio Ramos en una disputa con Carlos Soler / EFE
Con el Madrid cómodo, dada la ventaja del marcador, mantuvo la solidez defensiva, abusó de la posesión, pero rehuyó de la verticalidad y no encontró con peligro la portería defendida por el cancerbero brasileño. La falta de efectividad che también condicionó a los hombres de Marcelino. En el minuto 19 Gabriel, Gayá y Carlos Soler eran los tres únicos jugadores amonestados tras faltas tácticas –a excepción del extremo-- a las que sus propios compañeros obligaron dadas las malas entregas.
Cambio de roles
Se veía a Marcelino en el área técnica deseando que llegará la media parte. Llegó y efectuó los cambios tácticos que pedía a gritos el equipo y que descolocaron a un Madrid que salió con la misma intensidad e intención que en la primera parte. Sin la fortuna de cara a portería y sin ocasiones claras, el Valencia se hizo dueño y señor del partido.
Entraron Kondogbia y Piccini por Wass y Coquelin y el físico se impuso en la medular del Bernabéu. El Madrid perdió el control del partido y el Valencia --que tiene un problema con el gol esta temporada-- desaprovechó dos ocasiones claras para ponerse por delante en el marcador. Primero Santi Mina y después Gabriel en una falta lateral. Batshuayi la tuvo en el 80, pero Courtois se erigió como un gigante para salvar un tanto que pese a estar anulado por fuera de juego el VAR hubiera corroborado como válido.
El perdón a Isco
La fortuna no sonrió al Valencia y cuando todo parecía que Solari volvería a dejar en el banquillo a Isco --dio entrada primero a Fede Valverde-- el malagueño ingresó en el verde para poner calma, pausa y seguridad a un partido del que el Madrid perdió las riendas. De hecho, nunca las tuvo, pero la ventaja en el marcador le concedió un papel que supo mantener los primeros 45 minutos. Con el Valencia volcado en ataque, una recuperación defensiva de la zaga madridista puso un balón a Carvajal al espacio que arrancó la moto, por enésima vez, y formó un contraataque junto a Asensio y Benzema que finalmente culminó Lucas Vázquez para marcar su segundo gol en dos partidos consecutivos.
Lucas Vázquez celebra su gol frente a Valencia / EFE
Isco jugó, pero le faltó tiempo. Quizás algunos minutos de más como los que sí tuvo Asensio que entró por un Bale al que apenas se le vio. El galés lleva diez partidos consecutivos sin ver portería en la competición doméstica. Su peor registro y del que el Bernabéu quiso hacerse eco con tímidos silbidos cuando fue sustituido. Solari salvó la papeleta en dos jugadas puntuales cuando el empate del Valencia estaba más cerca. El argentino se salvó de nuevo en una noche donde no se jugó a nada, pero el Madrid volvió a sumar tres.