La situación de James Rodríguez se complica en el Bayern de Múnich. Lo que parecía una venta asegurada en el Real Madrid --por 45 millones de euros-- pierde fuerza en el Bernabéu dada el nuevo escenario al que tiene que hacer frente a diario el colombiano tras la llegada de Kovac al banquillo del gigante bávaro.
Tras firmar una cesión por dos años, el club madrileño valoró positivamente el retorno del centrocampista tras su exitosa campaña en Alemania. También colaboró en esa decisión Julen Lopetegui cuando fue nombrado entrenador blanco. Todos los factores se alinearon para un regreso satisfactorio para todos, pero tras la marcha de Heynckes del Bayern, James no es el mismo. Su presencia en el verde se ha reducido a segundas partes o simplemente a calentar en la banda sin pisar el terreno de juego.
El colombiano ya ha comunicado a su representante el deseo de abandonar el Bayern en el próximo verano, fecha exacta en la que el Madrid deberá decidir si repescarlo para vender o recuperar a uno de los fichajes más irregulares de los últimos años en Chamartín.
Cambio de planes con James
Ahora, cuatro meses después de iniciar la temporada, el escenario es muy distinto al que se preveía en agosto. Con Lopetegui fuera del Madrid y Solari al mando del equipo, recuperando el estilo vertical del Madrid, el perfil de James vuelve a estar en entredicho en el Bernabéu. El mediapunta tiene contrato hasta el 30 de junio de 2021, una jugada perfecta de Florentino Pérez para asegurarse un retorno deseado o una venta con margen de tiempo para negociar.
El colombiano nunca mantuvo un rol regular en el equipo y apenas consiguió hacerse un hueco en el once, especialmente con Zinedine Zidane al mando. Además, ahora la situación es más complicada. No conoce las intenciones de Solari, tampoco si Florentino le dará continuidad la temporada que viene --de seguir debería opinar sobre la configuración de la plantilla-- y de nuevo tiene mucha competencia directa para un rol reservado para unos pocos elegidos en el Madrid.
Una foto de archivo de James Rodríguez / EFE
Además, la casi asegurada llegada de Hazard, un galáctico más que anhela Florentino, le arrebataría toda posibilidad de poder desarrollar la función de mediapunta en la capital. Su regreso solo tendría cabida si Asensio o Isco abandonaran la disciplina blanca, otros de los dos grandes peloteros del equipo. Una situación por la que el Madrid no se ha mostrado abierto. Por si fuera poco, la diplomacia también juega en su contra.
Actualmente, el Madrid solo tiene un extracomunitario, Vinicius Jr., de los tres que permite el reglamente de la Liga. Con la llegada de Exequiel Palacios en enero y Rodrygo, argentino y brasileño respectivamente, el equipo blanco llenaría el cupo de jugadores. La opción más rentable para Florentino es vender al jugador. Pretendientes no le faltarán, pero el precio lo marcará su temporada en el Bayern.