Luka Modric es uno de los jugadores franquicia del Real Madrid. El croata es amo y señor de una medular que lleva su sello, pero la edad no perdona y tras seis años de blanco, parece ser que Florentino Pérez tiene otros planes para el centrocampista.
Después de protagonizar uno de los culebrones del verano en Chamartín, el croata utilizó en su beneficio personal el escaparte mundial que le ofreció ser subcampeón del mundo, así como la cantidad de pretendientes que preguntaron por el futbolista, para beneficiarse de una situación delicada en el club.
Tras la marcha de Cristiano Ronaldo, el presidente blanco cedió a las exigencias del croata y mejoró su contrato con un aumento salarial notable, pero no una prolongación del mismo, que cabe recordar, finaliza en 2020.
Renovación obligatoria
Florentino trabaja intensamente desde hace semanas para elaborar un plan acorde con las necesidades del club. Una estrategia que pretende hacer efectiva el próximo mercado de verano y que pasa por la renovación de la plantilla para los próximos años. Una plantilla que hoy por hoy no se entiende sin Ramos, Benzema, Kroos o Modric, pero que algún día deberá ser y será.
Una foto de archivo de Leo Messi y Luka Modric en el Mundial de Rusia / EFE
Con ese escenario, Luka Modric es uno de los elegidos por el empresario madrileño para abandonar las filas del Madrid. Los intereses del club y el futbolista son totalmente opuestos y una nueva renovación con -- que esta vez si incluiría una ampliación-- a la edad de 33 años no está en los planes de Florentino.
Por ello y antes de dejar salir libre al jugador, el presidente estudia lo posibilidad de vender a Modric el próximo mercado de verano a una de las tantas novias que se rifaron al jugador tras el Mundial; el Inter de Milán. Una oferta que el croata estudió detenidamente, pero que finalmente rechazó tras conseguir sus exigencias con la rubrica de una nueva firma.
Hacer caja para su sustituto
El problema para Florentino se verá resuelto en los próximos meses y todo dependerá del propio jugador, quien no pierde el buen cartel internacional, pero que sí puede perder valor de mercado según sus actuaciones en el verde lo que resta de temporada. Un curso que no ha empezado de la mejor forma posible, relegado al banquillo por Lopetegui, también en ocasiones por Solari, y con una evidente falta de ritmo. Sobre la cláusula de rescisión de 750 millones de euros no hay que preocuparse. Es una jugada puramente disuasoria. Si a Florentino le ofrecen más de 80 millones, entregará al futbolista con un lacito rumbo a su nuevo destino.
El Madrid no quiere lidiar con las exigencias de un futbolista que puede ganar más en Italia y que dada su edad irá, inevitablemente, de más a menos. Además, para Florentino el mercado está lleno de buenas oportunidades dispuestas a llegar al Bernabéu. Son caras, pero también lo será la salida de Modric.
Una foto de archivo de Christian Eriksen con el Tottenham / EFE
Una venta que tiene un único fin; financiar a su futuro relevo. Un puesto difícil de ocupar, pero para el que suena especialmente con fuerza Christian Eriksen del Tottenham. Aun así, en casa también tiene donde elegir. Dani Ceballos, quien precisamente no tiene una gran relación personal con el croata, podría realizar esa función, así como los jóvenes Fede Valverde o Marcos Llorente. Florentino tiene donde elegir, aunque el futuro de Modric ya lo ha decidido.