Florentino Pérez va a tener que quedarse con las ganas. El mandamás del Real Madrid quiso revolucionar el mundo del fútbol con un proyecto de lo más elitista y aristocrático: la famosa Superliga europea. Para ello contaba con el apoyo de los llamados Big Four: FC Barcelona, Bayern Múnich y Juventus, además del Real Madrid. Sin embargo, ya no lo siguen ni quienes intrigaron con él desde un principio.
“Estamos felices como estamos y la Superliga está descartada desde 2015. Estamos totalmente comprometidos con la UEFA para dar forma el juego del futuro”, afirmó Andrea Agnelli, presidente del Juventus y de la Asociación de Clubes Europeos (ECA).
Golpe a Florentino
Las palabras de Agnelli tuvieron lugar en una comparecencia pública en Bruselas junto con Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, quien quiso zanjar de una vez por todas los rumores sobre la creación de una supuesta Superliga por parte de los grandes clubes europeos. “No habrá Superliga, eso es sólo una ficción o una fantasía”, sentenció el dirigente esloveno.
La traición del presidente de la Juve supone un jarro de agua fría para Florentino Pérez, cuyo proyecto ambicionaba situar al Real Madrid en el liderazgo absoluto del fútbol europeo. El club blanco, así como el resto de clubes europeos -a excepción de los ingleses-, aspira a conseguir mejores contratos económicos con los derechos de televisión. De ahí la idea de internacionalizar el fútbol.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin (i), y el presidente de la ECA y del Juventus, Andrea Agnelli (d), durante la conferencia de prensa organizada en Bruselas / EFE
En este sentido, el presidente de la UEFA anunció algunos cambios para tratar de satisfacer las pretensiones de los principales clubes. “Tenemos ideas para reformar las competiciones europeas, pero no pasan por la creación de un torneo cerrado. Queremos dar a todos los clubes la posibilidad de competir a nivel continental”, explicó posteriormente en una entrevista a la BBC.
Cambios más modestos
La principal línea de actuación de la UEFA pasa por renovar el calendario para que haya menos partidos nacionales y más europeos. Se trata de potenciar las competiciones continentales en detrimento de las ligas domésticas. Además, también se quieren crear nuevas competiciones, y no solo para los clubes de élite. Los cambios más importantes vendrían a partir de 2024.
Por otro lado, y a raíz de que Football Leaks revelase que tanto el PSG como el Manchester City habían conseguido esquivar las normas financieras de la UEFA, Ceferin asumió que el máximo organismo europeo aún tiene mucho trabajo por delante en esta materia: “El fair play financiero debe ser una herramienta más sólida. Ahora mismo las reglas son débiles en algunas áreas”.