Santiago Solari ha revolucionado, a falta de ver los próximos compromisos, el Real Madrid. Tres partidos, tres victorias y 11 goles a favor. El juego de los blancos todavía se cuestiona y pese haberse enfrentado a rivales menores, el madridismo premia el resultado por encima de todo.
Con mucho por hacer, Solari ha cambiado el estilo de juego y ha recuperado la versión más agresiva y vertical de los blancos. Se acabaron las posesiones sin sentido que impacientan al madridismo y ha priorizado la búsqueda incesante del gol. Las bandas han recuperado su protagonismo habitual y el músculo ha sustituido a los peloteros como Modric, Isco o Asensio.
Lucas Vázquez ha recuperado su banda derecha, Casemiro el cerrojo de la medular y Benzema tiene tregua. Y es que el francés es, al menos de momento, uno de los más beneficiados de la marcha de Julen Lopetegui. El 9 blanco no gustaba al técnico vasco y era cuestión de tiempo que acabara relegado al banquillo de forma indefinida.
Benzema, obligado a marcar
Con las bandas más activas y un juego más vertical, Benzema vuelve a ser el punta de referencia. No cambia su estilo, más asociativo que otros delanteros, pero vuelve a tener balones dentro del área para rematar a bocajarro. Frente al Viktoria Plzen firmó un doblete y dio una asistencia a Gareth Bale.
Bale y Benzema celebran un gol / EFE
Solari sabe que puede sacar su máximo rendimiento, pero ya le ha advertido. Está obligado a marcar, además de sus funciones secundarias. Es pronto para hacer objeciones, pero de momento lleva más goles que con Julen en muchos menos minutos. Además, tiene competencia directa.
Solari cuenta con Vinicius como delantero del primer equipo e incluso Mariano podría tener más protagonismo. Benzema sonríe marcando para dejar atrás las críticas del Bernabéu. Tiene presión, pero le estimula y Solari quiere exprimir sus capacidades al máximo. El técnico argentino obedece al presidente y eso también puede jugar en su contra. Solo con goles mantendrá la titularidad que de momento le brinda Solari.