Gareth Bale llegó al Real Madrid con una etiqueta de crack bien merecida tras unas excelentes actuaciones en el Tottenham que le llevaron del anonimato al estrellato. El jugador galés llegó al conjunto blanco la misma temporada que Neymar al Barça, por lo que se intuía una competición para ver quien había fichado al mejor.
La primera temporada como jugador del Real Madrid no terminó mal, campeón de la Copa del Rey, ganándosela al Barça, y de la Champions League, pero se iniciaba un camino en el que Gareth Bale siempre ha sido más discutido que alagado. Cuatro entrenadores son los que han dirigido al atacante galés desde el curso 2013-14 y ninguno de ellos le ha podido extraer un rendimiento destacado.
El protegido
Uno de los principales handicaps que se han encontrado los técnicos del Real Madrid con Gareth Bale es que es uno de los jugadores protegidos por Florentino Pérez. La inversión de 100 millones de euros realizada por él siempre le ha pesado, pues nunca ha conseguido ubicarse en la posición de líder que se le demanda.
Gareth Bale junto a Florentino Pérez el día de su presentación / EFE
Ancelotti, Rafa Benítez, Zidane y, por último, Julen Lopetegui le han tenido que dar un voto de confianza que no les ha sido correspondido. Que el futbolista galés atesora calidad en sus botas es innegable, pero su implicación dentro de la plantilla siempre lo ha dejado en entredicho. Es un jugador que va por libre y que no duda en quejarse si no le gusta lo que le demandan.
En este aspecto, su agente Jonathan Barnett es el encargado de comentarle a Florentino Pérez que le disgusta a su representado. La posición donde juega o los partidos que ha dejado de jugar son algunas de las quejas que le han llegado al mandatario blanco, además de muestras públicas en las que ha puesto en duda su continuidad en el Real Madrid si no gozaba de más protagonismo, como la realizada tras la pasada final de la Champions League.
Choque con los entrenadores
de puertas hacia adentro, los entrenadores del conjunto blanco que han coincidido con Gareth Bale le han definido como un jugador falto de compañerismo, algo que explicaría su leve integración dentro de la plantilla. Carlo Ancelotti fue el primero en comprobar como se las gastaba el galés.
Tras conseguir 22 victorias seguidas, el técnico italiano comentó que el presidente blanco le llamó para comentarle que Bale no estaba cómodo en la posición tan escorada en la que jugaba y que prefería hacerlo más por el centro. La respuesta de Ancelotti fue nula he incluso tuvo una charla con el jugador galés, algo que, según palabras de exentrenador blanco, debilito su relación con Florentino Pérez.
Gareth Bale se lamenta de una ocasión / EFE
Ancelotti fue cesado y llegó Rafa Benítez, más manejable y que si que colocó a Bale en una posición más centrada. Sin embargo, era algo incompatible, pues Cristiano Ronaldo también tendía a actuar ahí y le hacía más mal que bien al equipo. Los malos resultados hicieron que el entrenador español fuese destituido y llegara Zinedine Zidane al banquillo del Real Madrid.
El técnico francés apostó de primeras por una delantera formada por Cristiano Ronaldo, Karim Benzema y el mismo Gareth Bale. El poder ofensivo del equipo era innegable, pero la indiferencia del delantero galés también. Eso le llevó a ir perdiendo peso en favor de Isco, Marco Asensio o Lucas Vázquez, futbolistas más intensos y comprometidos.
La última víctima
Aunque ya se le habían dado varias oportunidades para asumir el peso del liderazgo, la presente temporada tenía que ser definitiva para el papel de Greth Bale en el Real Madrid. La marcha de Cristiano Ronaldo le dejaba como el claro heredero, pero una vez más, el ex del Tottenham no ha respondido a las expectativas.
Una foto de archivo de Gareth Bale / EFE
Desde mostrar apatía en el terreno de juego hasta marcharse con su selección pese a estar tocado, son algunas de las perlas con las que Gareth Bale ha respondido a la confianza que le ha dado el club. Julen Lopetegui no pudo hacer nada para remediar su actitud despreocupada, tanto en el campo con el vestuario.
Por el momento, Solari, entrenador provisional del Real Madrid, prefirió dejarle en casa descansando a convocarlo para el partido de Copa del Rey contra el Melilla, al que si acudieron miembros de peso de la plantilla como Sergio Ramos o Benzema.