La diferencia de categoría y de presupuesto se notó en el resultado, pero no en el juego. El Real Madrid ejecutó en Melilla lo que se espera de un equipo de Primera División en la primera ronda de la Copa del Rey, ganar. No obstante, el juego mostrado por los de Solari dejó mucho que desear y hubo momentos en los que el Melilla le arrinconó, pese a contar con titulares habituales como Sergio Ramos o Karim Benzema

Los goles de factura sencilla de Benzema, Marco Asensio, Odriozola y Cristo González certificaron la victoria para un conjunto blanco (0-4) que deja encarrilada la eliminatoria, pero que no apacigua las dudas en su juego. La garra demandada por Solari se vio a cuenta gotas y los tantos del Real Madrid llegaron en jugadas aisladas y fruto, en gran medida, de la categoría inferior del rival.

Dormidos

El Real Madrid saltó al estadio Álvarez Claro sin demasiado entusiasmo. Los jugadores ocupaban sus posiciones y basaban su juego en pases cortos y seguros. Todo apuntaba a que la idea era agotar al Melilla hasta encontrar el espacio para hacer daño, pero se topó con un rival serio y que no le iba a facilitar la tarea. Si bien una jugada colectiva en el minuto 4 terminó con un peligros remate de Marco Asensio, el Melilla se mostraba paciente y dispuesto a aprovechar cualquier fallo de los blancos.

Solari en el banquillo del Real Madrid en su visita a Melilla / EFE

Solari en el banquillo del Real Madrid en su visita a Melilla / EFE

Tanto es así que a los nueve minutos de juego llegó el primer susto para los de Solari. El conjunto local arrancó una jugada desde su propia portería y tras varios pases certeros Igor Martínez remató a puerta, pero demasiado cruzado. El Melilla se había paseado por todo el campo superando cada línea del Real Madrid, dejando en evidencia cierta carencia de la intensidad que demandaba el nuevo técnico blanco días antes en la rueda de prensa previa al encuentro.

En los minutos posteriores el conjunto madridista intentó subir la marcha, una reacción intensa, pero efímera, pues se topó con obstáculos que le hicieron volver a calmarse. De hecho, el Melilla dominó durante varios minutos. Cuando tenía el balón, el juego del Real Madrid se basaba en pases cortos y avanzar hasta conseguir centrar al área, sobre todo desde la banda izquierda ocupada por un Vinicius que tardó en entrar en juego, pero que cuando lo hizo demostró que apunta maneras, algo que no supo apreciar Julen Lopetegui.

Sentencia injusta

Mediado el primer tiempo el Melilla acusó algo de cansancio y permitió penetrar más al ataque madridista. En el minuto 26 un pase de Odriozola fue convertido en gol por un Benzema que hasta el momento había pasado muy desapercibido. Lucas Vázquez tuvo dos oportunidades para ampliar el marcador, pero el portero Dani Barrios le dejó en evidencia atajando dos disparos a bocajarro. Ya en el añadido, Marco Asensio anotó el segundo gol en una jugada calcada al primero, en la que el balear sólo tuvo que empujar el balón a la red.

Benzema disputa un balón en el Melilla-Real Madrid / EFE

Benzema disputa un balón en el Melilla-Real Madrid / EFE

Ya en la reanudación la tónica del partido fue similar a la del primer tiempo. La calidad individual de los jugadores del Real Madrid marcó la diferencia, aunque ninguno de ellos destacó demasiado. Los futbolistas del filial se mostraron un tanto verdes para formar parte de la primera plantilla del conjunto blanco. Por su parte, hombres como Lucas Vázquez y Marco Asensio, pese al gol, no dieron el paso al frente que se les presuponía.

En los minutos finales el Real Madrid sentenció definitivamente, más por oficio que por buen juego, la eliminatoria gracias a los goles de Odriozola, uno de los pocos que realizó un partido de lo más serio y correcto, en el 79' y del canterano Cristo González en el tiempo añadido.

La era post Lopetegui arrancó con una victoria que se intuía presumible, pero que dejó constancia de que el conjunto blanco necesita un buen lavado de cara. Los malos vicios y la apatía que los jugadores mostraron en los últimos partidos se dejaron ver en demasiados momentos, sin embargo, la menor categoría del rival les facilitó el trabajo para sacar el partido adelante.