La destitución de Julen Lopetegui se ha convertido en un problema mayúsculo en el Real Madrid. No solo por lo que comporta desprenderse de un entrenador en octubre, ni por el dinero que supone tirar al retrete –unos 18 millones de euros–, sino por las presiones que surgen desde el vestuario.
Encabezado por Sergio Ramos, el dueño del cortijo blanco obsesionado con mantener su cuota de poder, el vestuario blanco es un polvorín. La división es total porque no todos estaban en contra de Lopetegui, aunque cada vez eran más los que no querían al vasco. Curiosamente, este lunes volvió a ejercer de entrenador a pesar de que se despidió tras el Barça-Madrid.
El capitán marca terreno
Ramos, que lo defendió al principio, fue cambiando de bando poco a poco. Hasta que dejó a Julen en la estacada. Sus declaraciones tras el clásico, dando por sentado su despido sin dedicarle ninguna palabra de afecto y reprendiendo a Casemiro por defenderlo, acusándolo de "ventajista", hablan por sí solas.
Una foto de Casemiro en el Camp Nou / EFE
El capitán blanco ha dejado claras sus pretensiones, en público y en privado. No quiere un entrenador autoritario que imponga la mano dura. Y por eso lanzó el primer aviso a Antonio Conte antes incluso de llegar: “El respeto no se impone, se gana”.
Los errores de Lopetegui
Estas palabras también se han interpretado como un dardo a Lopetegui, que quiso hacer demasiados cambios en las dinámicas del Madrid desde su aterrizaje. Empezó modificando aspectos de la preparación física y acabó desafiando a Florentino Pérez con Vinicius.
El técnico donostiarra quiso hacer un guiño a la plantilla eliminando las concentraciones para la Champions con un día de antelación durante los partidos en casa. Pero finalmente terminó enfrentado a pesos pesados como Modric, Kroos y Benzema.
El recado de Ramos a Florentino
Isco también dijo que “si echan al entrenador, hay que echar a todos los jugadores”, pero Ramos tampoco quiso valorar las palabras del internacional español. Aseguró que están “a muerte” con el entrenador “sea el que sea”, sin nombrar a Lopetegui.
Una foto de archivo de Antonio Conte / EFE
Pero el mensaje más claro de Ramos fue que “a veces no es tan importante el conocimiento táctico del técnico sino la gestión del vestuario”. Un recado muy contundente a Florentino que en Madrid se ha interpretado como un "no" a Conte.
El idealista regreso de Zidane
Las estrellas no quieren un sargento de hierro sino un gestor de egos como fue Zidane, cuyos conocimientos tácticos fueron cuestionados desde el primer día pero fue capaz de conducir al equipo a conquistar la Champions tres años seguidos.
El mensaje de Ramos ha llegado a Conte y en las últimas horas se ha enfriado su fichaje. Cada vez está más complicada la llegada del italiano, consciente de que no se lo pondrán fácil. De momento, suena Solari como recambio provisional aunque el vestuario habría pedido el regreso de Zidane.
Guti, Mourinho o Bob Martínez
Como la vuelta del francés no parece realista, hay otros nombres que ganan peso. El preferido de Ramos sigue siendo su amigo Guti, pero tampoco está entre los favoritos de la directiva. Ha llegado a sonar Mourinho también, pero el nombre que toma fuerza es Bob Martínez, seleccionador belga.