Julen Lopetegui sentenció su condena a muerte este sábado frente al Levante. Al menos esa fue la idea de Florentino Pérez tras ver el 0 a 2 en el marcador en el minuto 13 de partido. El Real Madrid jugó mejor y lo intentó hasta el final, pero no pudo remontar a un Levante entregado en defensa y con la fortuna de cara. Ese juego y esas ganas son por ahora el único sustento del técnico vasco en el banquillo.
Las cifras que tiene son indignas del cargo que desarrolla. Cinco partidos seguidos sin conocer la victoria --cuatro de liga y uno de Champions-- y 480 minutos sin marcar un gol. El peor récord de la historia del club. Lopetegui ha ganado los mismos partidos que ha perdido y el Barça le ha salvado de una destitución en septiembre gracias a los distintos tropiezos que ha tenido. El presidente blanco analizó la situación con su equipo de confianza y la decisión estaba tomada. Ni el juego, ni los resultados acompañan al técnico. El recuerdo de Cristiano Ronaldo pesa demasiado, pero no es excusa. La plantilla es de suficiente nivel como para poder marcar y ganar. La crisis tiene que dejar de apuntar a la marcha del portugués.
Margen de error
Mientras unos han sentenciado al técnico de forma definitiva, otros aludieron al buen juego del equipo. El parón de selecciones no solventó la crisis, pero dio signos evidentes de una unión en el vestuario. Todos a una remando en una misma dirección. Las declaraciones de los jugadores también lo evidenciaron. Dani Ceballos y Marcelo atendieron a los medios y dieron su apoyo total al técnico, mientras en las oficinas del Bernabéu se debatía la destitución.
Lopetegui tiene margen hasta el Camp Nou y de momento solo le sostiene el ímpetu del Madrid frente al Levante y vencer al eterno rival en el Clásico. Un ímpetu que deberán mantener ante la misma afición frente a Viktoria Plzen. Ese partido parece ser que le salva. Tiene una cita el martes y encontrar entrenador y cambiar la dinámica en tres días parece más imposible que remontar esta mala racha. Algunos apuntan a darle más margen, esperar a ver qué ocurre en Champions y la Copa del Rey y entender este año como una temporada de transición. Algo difícil en un club que no consiente acabar en blanco la temporada.
Asimismo, Lopetegui también espera recuperar efectivos. La ausencia de Carvajal es vital y Bale esperó en el banquillo, aunque tampoco apareció en 45 minutos. Benzema fue el único que sorprendió como revulsivo. De momento, mantiene el puesto, aunque su cara desencajada en el verde del Bernabéu hizo temer una destitución inmediata. Lopetegui está avisado desde hace dos semanas. Florentino le dará otra oportunidad. Solo una.