El Real Madrid necesita reajustar sus piezas ofensivas. La tremenda crisis goleadora del equipo blanco, sumido en su segunda peor sequía de la historia con 409 minutos seguidos sin marcar, requiere soluciones drásticas. Es hora de que Florentino Pérez asuma que se equivocó. No hay nada de malo en ello. Los errores siempre se pueden enmendar. El problema sería empecinarse en mantener el error.
Por eso el Real Madrid estudia el mercado de fichajes en busca de una incorporación en la delantera. El gran deseado es Eden Hazard, quien ya ha mostrado su voluntad de vestirse de blanco. El problema es que el Chelsea no quiere desprenderse del máximo goleador de la Premier League. El belga es fundamental en el equipo londinense.
Cambio de cromos
Ahí es donde entra Gareth Bale. El galés fue la apuesta de Florentino Pérez tras la marcha de Cristiano Ronaldo. El presidente del Real Madrid le confió todos los poderes en la plantilla, no en vano es el jugador mejor pagado, incluso por delante de Sergio Ramos, el capitán. Pero lo cierto es que Bale se ha demostrado un fiasco. Y ahora Florentino es consciente de ello.
Gareth Bale no ha explotado en el Real Madrid / EFE
Bale tampoco parece estar por la labor de quedarse en Madrid. Más bien se le ve con ganas de volver a las islas británicas, tal y como demuestra su deseo de ir con la selección durante el parón liguero, pese a haber causado baja en el club blanco por molestias físicas en los últimos encuentros disputados. Echa de menos el norte, su tierra, así como un fútbol inglés más adaptado a sus características.
Todo el mundo gana
Hazard quiere venir y Bale quiere irse. El cambio parece encajar. El Real Madrid, además, está deseoso por reajustar su delantera. A priori es una operación perfecta. Un cambio de cromos que dejaría a todo el mundo satisfecho. Win-win. Incluso al Chelsea, pese a perder a su estrella, recibiría a cambio a un astro todavía más brillante.
Una foto de archivo de Eden Hazard con el Chelsea / EFE
En el Real Madrid consideran ahora que Hazard sería el crack ideal para hacer olvidar de una vez por todas a Cristiano Ronaldo. El belga se ubicaría en la banda izquierda, su hábitat natural, desplazando así a Marco Asensio a la derecha. El mallorquín no ha dado el paso adelante que se le pedía y en la banda derecha debería competir con Lucas Vázquez. Un estímulo para que siga creciendo, a la vez que le quita la presión actual.