Julen Lopetegui pende de un hilo, bueno, más bien de tres partidos clave tras el parón de selecciones. Primero el Levante y después el Viktoria Plzen, ambos en casa, y por último El Clásico en el Camp Nou. Un total de 270 minutos para revertir una situación que desde la cúpula madridista ya etiquetan de preocupante e insostenible.
Tras el tropiezo en Moscú, Florentino Pérez quiso escuchar de primera mano las explicaciones del técnico vasco ante la decepcionante actuación del equipo, una puesta en escena que se prolongó en Mendizorroza. Fue el primer toque de atención al entrenador y el presidente blanco no es hombre de amenazas.
La llegada de Julen al Real Madrid estuvo marcada por la polémica de sus destitución como seleccionador español días previos al inicio del Mundial de Rusia y debe ser por ello que el presidente le ha dado un voto de confianza más que a otros precedesores. Con Rafa Benítez no tuvo este tacto y lo fulminó antes de Navidad. La decepción que se vive en el Bernabéu es absoluta, aunque la cohesión en el vestuario con el técnico todavía se mantiene intacta, especialmente entre los internacionales españoles.
Sin fútbol y sin resultados
Las cifras hablan por sí solas. Un punto de los últimos nueve posibles, derrota en Moscú y lo que es peor: un equipo sin identidad y sin rumbo y que ha perdido su único amuleto: el gol. El empresario madrileño no ha escondido su enfado con el equipo. El Madrid de las últimas semanas no es ni la sombra de lo que fue frente a la Roma y en el madridismo se palpa el nerviosismo.
Florentino tenía la carta de despido preparada para Julen el domingo, pero la directiva frenó la decisión del presidente y puso fecha y hora para aclarar su futuro, al menos, temporalmente. Debe recuperar la mejor versión del equipo y vencer al eterno rival en el Camp Nou, si no está fuera. Tiene tres semanas de mejora para dar con la tecla. Una tecla que se verá marcada por la disponibilidad de sus estrellas. Isco ya ha vuelto a los entrenamientos tras su apendicitis y falta ver cómo evolucionan Marcelo, Carvajal y Bale.
Sintonía club - entrenador
Otras de las exigencias que ha realizado Florentino a Julen es que sintonice sus decisiones con las palabras del club. Hasta la fecha ha mantenido como titular a Keylor Navas en Champions League para respetar los galones del tico, pero es una decisión que no gusta al presidente. Courtois fue el segundo fichaje más caro del verano y quiere que sea el titular.
Tampoco gusta que Vinicius tenga un papel tan secundario. Llegó como una estrella y las necesidades del equipo quizás pasan por la joven promesa brasileña. El presidente quiere verlo en el verde. Tampoco entiende las rotaciones y los días en que se ha elegido.
Sergio Ramos no viajó a Moscú y Modric empezó en el banquillo. Desde la directiva le piden que salga con todo. Asimismo, quiere que el equipo recupere el gol. Florentino no quiere ni escuchar la palabra Cristiano y alguien debe recoger su legado. Como dijo Keylor: "No puedes tapar todo el sol con un dedo", pero Florentino cree que hay potencial suficiente como para al menos ser capaces de perforar la portería contraria.
Sin sustituto
El tiempo juega en contra de Lopetegui, pero todo está en manos de su propuesta y sus jugadores. El único problema de Florentino ahora es que no cuenta con un sustituto a mano. Cuando destituyó a Benítez contaba con Zidane, pero ahora ninguna de las leyendas madridistas que gustan tiene el título y salir al mercado con tan poco margen de tiempo se antoja una locura.
Otra de las preocupaciones son los refuerzos. Falta fichajes en todas las líneas del terreno de juego, pero al Madrid no le gusta comprar en enero, con prisas y precios desorbitados. Florentino solo volverá a la calma si se vence a los azulgrana.