Julen Lopetegui vive sus horas más bajas como entrenador del Real Madrid. Tanto que su continuidad está al borde del abismo. El entrenador blanco ha firmado en ocho jornadas de liga, dos partidos de Champions y la final de la Supercopa de Europa peores registros que Rafa Benítez, que acabó saliendo por la puerta de atrás del Bernabéu antes de Navidad.
El recuerdo de Zidane perdura en Chamartín. Un equipo que tampoco jugaba a nada, pero que ganó tres Champions consecutivas y pudo maquillar así una crisis de juego patente. La crisis interna es innegable y, aunque desde el madridismo se culpa a otros aspectos del juego, también añoran a Cristiano Ronaldo. Nadie ha recogido su legado y la falta de gol es el mayor problema del equipo.
Destitución casi inmediata
Tras el tropiezo frente al Alavés en el 94, Lopetegui está en la cuerda floja. Según informó este domingo José Ramón De La Morena, director de El Transistor de Onda Cero, en la cúpula del Real Madrid la tensión es máxima y ya se sondea la posibilidad de destituir al técnico. La visita a tierras vascas se presentaba como una oportunidad para poner presión al Barça, revertir la situación tras la derrota en Moscú y los malos resultados en liga, pero el equipo solo ahondó su crisis.
Las mismas fuentes apuntan que el técnico vasco podría ser despedido esta semana aprovechando el parón de selecciones. Este lunes la directiva se reunirá para decidir sobre el futuro del entrenador que es cuarto en la liga, segundo de grupo en la Champions y perdió el primer trofeo de la temporada frente al Atlético de Madrid. La división en torno a la decisión final divide la directivas en dos bandos. Mientras unos quieren dar continuidad al proyecto de Lopetegui y tener en cuenta su negativa de dirigir a España en el Mundial de Rusia, otros creen que aún están a tiempo de encontrar un recambio que reconduzca la situación para evitar acabar la temporada de vacío. Tal y como consideran que será si continúa el vasco al mando.
Lopetegui posa con Florentino Pérez en su presentación como entrenador del Real Madrid | EFE
El parón de selecciones también se antoja como una oportunidad. Unos creen que puede ser una semana de reflexión para los jugadores y de mucho trabajo para Lopetegui, mientras que otros opinan que es el momento oportuno para cambiar de mánager y tener algo más de tiempo de adaptación para afrontar el próximo partido. El sábado 20 en casa frente al Levante, otro hueso duro de roer.
El vestuario tiene dudas
También complica su continuidad las dudas que ha generado su metodología en el vestuario. Desde principio de temporada tuvo algunos desencuentros con pesos pesados de la plantilla como Marcelo, y aunque su fichaje tuvo el visto de bueno del capitán, Sergio Ramos, y otros jugadores que le conocían de la selección como Isco o Asensio, poco a poco se han ido desencantando con el vasco.
Ramos salió en defensa del técnico tras la derrota frente al Alavés. Cuestionado por una posible destitución, aseguró: "Son otras personas las que asumen esas decisiones. Nunca es bueno que haya un cambio de entrenador. Sería una locura". El discurso público es de apoyo total, pero los jugadores podrían colaborar en ese despido. Su falta de actitud y su poca adaptación a los métodos del vasco juegan en contra de un míster que, después de la era Zidane, tiene doble trabajo.