Cuestión de autoridad. De no tener tablas. De falta de liderazgo. Todas esas cosas, y algunas más, son las que sitúan a Julen Lopetegui en el disparadero del Real Madrid después de encadenar una bochornosa racha de malos resultados: tres derrotas, dos empates y cuatro partidos seguidos sin marcar.
El técnico vasco muestra voluntad y algunas buenas virtudes, como su empeño en que el Madrid ofrezca un fútbol vistoso y ofensivo. El problema es que lo quiere hacer renunciando al estilo que siempre ha caracterizado a los conjuntos del Bernabéu: la pegada.
Lopetegui está cimentando su propuesta en base a un juego muy horizontal, que contrasta con la verticalidad que siempre exhibió el conjunto blanco. En Chamartín abunda la opinión de que “el Madrid aburre”. Otro aspecto que le juega en contra es el imborrable recuerdo de Zinedine Zidane.
El vestuario echa de menos a Zidane
El técnico galo, muy criticado en el pasado por algunas de sus decisiones tácticas, demostró ser un fabuloso gestor de egos. Con su trato de favor a las vacas sagradas, se aseguró tener un vestuario cerrado a cal y canto alrededor de su persona. Si los grandes no le tosían, no lo harían los pequeños.
Esa autoridad que transmitía Zidane no tiene nada que ver con lo que simboliza Lopetegui, menos parco en palabras pero mucho más difícil de descifrar. El vasco ha llegado con la idea de modificar dinámicas que funcionaban y con un perfil estricto para imponer su jerarquía.
Ello ha generado que varios de los pesos pesados del equipo se rebelen contra Lopetegui. El único que parece estar a su lado es Sergio Ramos, muy contundente en sus mensajes de apoyo.
Lucas Vázquez está subido
Pero ni siquiera su guardia pretoriana comulga con el capitán. Lucas Vázquez, por ejemplo, es de los que peor está llevando los métodos de Lopetegui y la falta de oportunidades. Su carácter altivo ya ha ocasionado problemas con el cuerpo técnico, según informan a Culemanía fuentes próximas al entrenador blanco.
Lucas Vázquez ha perdido protagonismo en el Real Madrid / EFE
Sin embargo, el jugador que más dolores de cabeza está ocasionando al míster es Karim Benzema. Según detallan las mismas fuentes a este diario el mensaje de Lopetegui es muy contundente: “Quiere cargarse a Benzema. Se lo va a pedir a Florentino Pérez”.
Lopetegui quiere fulminar a Benzema
El delantero galo arrancó bien pero lleva ya demasiados encuentros sin estar a la altura de las expectativas generadas. Lopetegui no se entiende con él y considera que el Madrid necesita un goleador de verdad porque con Benzema y Bale es imposible hacer olvidar a Cristiano Ronaldo.
Karim Benzema abandona cabizbajo el terreno de juego en el último derbi para dar entrada a Vinicius / EFE
Uno de los jugadores que más gustan en Chamartín para la posición de delantero centro es Mauro Icardi y Lopetegui hará lo posible por que se lo traigan en enero, si no se lo cargan antes. Pero el vestuario es consciente de que el vasco quiere hacer limpieza y no se lo pondrá fácil.
Modric y Kroos, más focos de conflicto
Lo que vulgarmente se denomina como hacer la cama va camino de convertirse en la más cruda realidad en la casa blanca. “En el cuerpo técnico están convencidos de que hay jugadores que no están comprometidos con ellos”, confiesan las mismas fuentes.
Modric pierde un balón durante el Alavés-Real Madrid / EFE
Algunos de los jugadores que más chirrían son, además de Benzema y Lucas, los timones del centro del campo, Luka Modric y Toni Kroos. El croata entró muy mal en el equipo por su participación en el Mundial y está colisionando fuertemente con Julen.
El gran reto: llegar a enero
El técnico aspira a llegar vivo al mercado de invierno para poder implementar movimientos en la plantilla. Pero el pulso entre cuerpo técnico y vestuario ya ha comenzado. Y será largo. La gran pregunta es si Lopetegui llegará a comerse los turrones. A este paso, parece complicado.