Los triunfos en las tres últimas ediciones de la Champions League enmascararon las carencias del Real Madrid. Si bien el conjunto blanco demostró ser fuerte en Europa, en las competiciones domésticas no fue tan fiero y el Barça le ganó la partida en más de una ocasión.
Florentino Pérez vio en Julen Lopetegui al digno sustituto de Zinedine Zidane, un técnico de trayectoria estable y que le aportaría ese plus de personalidad al conjunto blanco en un apartado más global.
Sin embargo, tras un inicio algo sencillo de temporada, al técnico blanco le empiezan a aparecer todo tipo de defectos. Al equipo ya no le vale la 'garra' para ganar y la actitud de sus jugadores no invita demasiado al optimismo.
Lopetegui, sin ideas
La llegada de Julen Lopetegui al equipo blanco causo uno de los mayores revuelos que se recuerdan en cuanto a movimientos en los banquillos. Sin embargo, su contratación se presentó como necesaria, ya que el técnico vasco era el indicado para continuar y mejorar el legado que habían construido Zinedine Zidane y Cristiano Ronaldo.
A la hora de la verdad se ha visto que esto no será nada fácil. La llegada de Lopetegui presuponía cambios a la hora de gestionar el equipo y en los roles que adoptarían ciertos jugadores, pero por ahora todo ha ido a peor.
En el debut europeo el Real Madrid doblegó a la Roma por 3-0. El encuentro se vendió como un punto de inflexión, a partir de ahí el conjunto blanco sería imparable. Si embargo, la realidad de lo que sucedió aquella noche el el Santiago Bernabéu fue enmascarada por la misma victoria.
Si bien el conjunto blanco gozó de unos buenos números en cuanto a la posesión de balón y supo definir, frente a él tuvo a un rival que en ningún momento dio sensación de ponerlo contra las cuerdas. Ante oponentes con mayor autoestima, los resultados han sido muy diferentes.
Jugadores apáticos
La marcha de Cristiano Ronaldo al fútbol italiano colocaba a varios futbolistas del plantel blanco en una situación inmejorable para asumir el liderazgo del que les había privado el portugués. Karim Benzema, Gareth Bale o Luka Modric se presentaban como los nuevos referentes.
Una foto de Julen Lopetegui durante el partido frente al CSKA de Moscú / EFE
Sin embargo, ninguno de los tres lo ha hecho. Benzema sigue siendo aquel delantero que reclama oportunidades y que no las aprovecha, Bale mantiene esa tendencia a lesionarse y Modric parece estar acusando en exceso el haber disputado el Mundial 2018, pues hasta ahora, el croata no ha conseguido mostrar la versión que maravillo el pasado verano en Rusia.
Por si fuera poco, jugadores de futuro como Isco o Marco Asensio, que han reclamado mayor presencia en el terreno de juego, tampoco parecen querer ser los líderes del vestuario. Del mismo modo que las bajas, por lesión o decisión técnica, de jugadores punteros como Marcelo o Sergio Ramos han derivado en situaciones que el técnico vasco no ha sabido resolver.
La pero versión
Que el Real Madrid era un equipo movido por la entrega y la garra quedó patente durante las últimas temporadas. Si la táctica de juego fallaba, el pundonor lo solucionaba. Pero ahora la sensación en el Santiago Bernabéu es muy distinta.
Luka Modric en una acción del partido entre el Real Madrid y el CSK de Moscú / EFE
A los dos partidos que el conjunto blanco acumula sin ganar en liga, se le sumó la derrota en la Champions League contra el CSKA de Moscú. En una noche en la que Julen Lopetegui debía reivindicarse como entrenador, sus decisiones no hicieron más que hundirle.
Por otro lado, y lo que más preocupa, es la falta de gol del equipo. Con el disputado en Rusia, ya son tres partidos consecutivos sin marcar, un dato difícil de encontrar en campañas recientes.
Lopetegui llegó con la vitola de imprescindible, pero la gestión que está haciendo del equipo y las decisiones que toma a la hora de afrontar los partidos le han colocado, nada empezar la temporada, en el foco de las críticas.