El Real Madrid aterrizó ayer en Rusia con la plantilla bajo mínimos. Todavía doloridos tras el empate contra el Atlético, el cuadro blanco llega a Moscú con ausencias notables. Lopetegui no podrá contar ni con Marcelo, ni Isco, ni Bale, ni Sergio Ramos. Los tres primeros por lesión, el central porque necesita descanso. “Sus isquios lo van a agradecer”, afirmó Lopetegui en rueda de prensa. Sin embargo, habrá que ver cómo afecta su ausencia a la zaga madridista.
Las lesiones se han cebado con el Real Madrid en este inicio de temporada y han destapado las vergüenzas de una pésima planificación por parte del cuerpo técnico. Marcelo no tiene recambio natural en el carril izquierdo, Sergio Ramos se encuentra sobrecargado por falta de efectivos en el centro de la zaga y en la línea de ataque los blancos acusan sobremanera la salida de Cristiano Ronaldo. Al portugués se le echa de menos, aunque Florentino Pérez niegue reconocerlo.
Los blancos pierden pegada
Los números hablan por sí solos. La primera semana grande de la temporada, con Sevilla y Atlético, ha sembrado serias dudas entre la parroquia blanca tras sumar un único punto y no anotar ni un solo gol. El Madrid ha cerrado una semana aciaga en el aspecto ofensivo: tan solo un gol a favor en los tres últimos partidos. Los blancos no marcan desde el tanto anotado por Marco Asensio frente al Espanyol. Son ya 229 minutos de sequía goleadora en un equipo que se caracterizaba precisamente por todo lo contrario.
Si comparamos los números del equipo de Lopetegui con los de temporadas anteriores la conclusión es clara: este Real Madrid es el menos goleador en loo últimos diez años. Los de Lopetegui suman 12 goles, uno menos que el año pasado en la jornada siete de Liga, y 13 por debajo con respecto a la temporada 2014-15, la mejor en esta comparativa. El equipo no solo ha perdido gol, sino que también genera menos peligro. Los disparos totales y los remates a puerta también se han visto reducidos con relación a temporadas anteriores.
Julen Lopetegui da instrucciones a sus jugadores durante el Sevilla - Real Madrid / EFE
Mala planificación de la plantilla
Florentino Pérez decidió no cubrir la salida de su gran estrella, Cristiano Ronaldo. El presidente del Real Madrid estaría esperando la ocasión propicia para traerse al Bernabéu a Neymar o a otro crack con quien hacer las delicias de los aficionados blancos. Ahora bien, mientras se espera al próximo adalid blanco, lo cierto es que Lopetegui ha errado en sus peticiones. Da la sensación de que el entrenador blanco ni siquiera confía en los refuerzos que él mismo solicitó.
Lopetegui insistió con ahínco en el fichaje de Mariano. Sin embargo, el delantero hispano-dominicano no está contando con la confianza del técnico. El nuevo '7' blanco tuvo que esperar hasta el enfrentamiento de Champions contra la Roma para debutar, con el encuentro ya decidido, y desde entonces tampoco está teniendo continuidad. La otra perla ofensiva, Vinícius, tampoco está contando con los minutos necesarios para desplegar todo su potencial y demostrar su valía. En todo caso, ambos jugadores constituyen apuestas de futuro y no se les puede exigir que suplan al que ha sido el mejor ariete de la historia del Real Madrid.
Malabares para formar el once
Con cuatro ausencias capitales Lopetegui va a tener que hacer malabares para formar un once de garantías. Sin Marcelo ni Ramos atrás, las opciones del técnico blanco pasan por jugar con Vallejo acompañando a Varane en el eje central y Nacho en el lateral izquierdo, o bien situar a Nacho en el centro y desplazar a Carvajal u Odriozola al carril izquierdo, donde jugarían a pierna cambiada. Todas ellas opciones inéditas para la zaga madridista. En ataque, Ceballos está llamado a sustituir a Isco, mientras que Vinícius podría ser quien supliera a Bale. Recambios demasiado endebles para el Real Madrid.