Florentino Pérez no está satisfecho con el rendimiento de su equipo. Los resultados cosechados en las últimas tres jornadas --victoria sufrida frente al Espanyol, derrota en el Sánchez Pizjuán y empate en el derbi madrileño-- no gustan en la directiva blanca y no se salvan ni las vacas sagradas. Sergio Ramos, Gareth Bale, Asensio o Casemiro no están a su mejor nivel, pero la máxima preocupación del mandatario tiene dos nombres propios: Karim Benzema y Luka Modric.
El francés vuelve a estar en el punto de mira. Empezó bien la temporada, liberado tras la marcha de Cristiano Ronaldo. Lopetegui mantuvo el discurso que ofreció Zidane durante tres años y el '9' le respondió con goles, asistencias y buen fútbol. Fue una alternativa constante en la ofensiva blanca, pero su luz se ha apagado paulatinamente. Frente al Sevilla y el Atlético de Madrid volvió a ser el delantero de la temporada pasada, insípido y sin garra. Un fantasma en el terreno de juego con poca fortuna de cara a portería.
Fin a su etiqueta de intocable
El mandatario blanco le ha defendido siempre, pero este año no correrá la misma suerte. Nadie está a salvo en una temporada con muchos cambios donde la prioridad es conquistar la liga y repetir periplo en Europa. Si Benzema no está, buscará una salida para el delantero. Además, este año tiene competencia. Mariano se estrenó en el Bernabéu con un golazo frente a la Roma y la afición le quiere ver en acción, igual que a Vinicius.
Mariano en una foto de archivo / EFE
El joven brasileño debutó en el derbi tras dos meses de espera, y Benzema fue el elegido para abandonar el terreno de juego. El enfado del madridismo con el francés es evidente y lo despidió del estadio entre silbidos. Un plato que no es de buen gusto para nadie.
Las amenazas de Modric
Por otro lado, Florentino tiene otro frente abierto preocupante. The Best --Luka Modric-- no está exhibiendo su mejor nivel desde que volvió del Mundial de Rusia. Lopetegui lo dejó en el banquillo en el inicio de temporada, pero poco a poco ha recuperado su sitio en el once. Aun así, el croata sabe que Asensio e Isco, y ahora el emergente Dani Ceballos, son su competencia directa y gustan al técnico vasco. Ahí es donde peligra su continuidad en el terreno de juego y más con actuaciones como las de Sevilla --donde mantuvo la línea general del equipo-- o frente a los de Simeone. Kross asumió su rol en el centro del campo y Modric no destacó.
La campaña del Madrid para mantener al mejor jugador del mundo en sus filas funcionó, pero no es el mismo. La edad, 33 años, también le pesa y el Inter de Milán insiste en hacerse con los servicios del mediocentro. Si su rendimiento no mejora es probable que Florentino escuche alternativas. Hacer caja con un jugador de su edad es una oferta muy suculenta para un empresario. El presidente quiere que demuestre su nivel y su compromiso con el club que, a su parecer, le ha elevado a lo más alto. Sus amenazas de fuga no surgen efecto en el mandatario y podrían volverse en contra del jugador. Está en el punto de mira y recambios en el banquillo hay de sobra.