El Real Madrid arranca este miércoles su participación en una nueva edición de la Champions League. Un torneo que en los últimos años se ha convertido en fetiche para el equipo, logrando los tres últimos títulos en juego.



La expectación en el seno del madridismo es máxima, más si cabe tras el primer tropiezo en Liga cosechado el último fin de semana contra el Athletic de Bilbao, en un mal partido de los de Julen Lopetegui.



La afición tiene ganas de ver a su equipo en la primera noche europea de la temporada. El objetivo, como tantas otras veces en los últimos años, es hacer olvidar las dificultades en el campeonato doméstico con una victoria convincente en la Champions.

Un rival difícil para empezar

Pero el Madrid no lo tendrá fácil en su debut. Enfrente tendrá nada menos que a uno de los semifinalistas de la edición pasada de la competición. La Roma construida por el español Monchi desde la dirección deportiva y con Di Francesco en el banquillo.



El equipo italiano cuajó una excelente Champions en la última edición, eliminando a todo un Barça en semifinales, en una noche de infausto recuerdo para los blaugranas en la ciudad eterna.



Por ello, en el Madrid están avisados. Hoy hay que salir a tope desde el primer minuto y evitar las concesiones atrás que se vieron el pasado sábado en Bilbao, obligando al equipo a ir a remolque buena parte del encuentro.

Cambio de hábitos

Con todo, la dificultad del partido no ha evitado que la entidad blanca cambie uno de los hábitos que tan bien le habían funcionado en las últimas ediciones de la Champions. Que consistía en concentrar al equipo un día antes del partido, para tenerlos a todos a punto desde 24 horas antes al encuentro.



Desde este año, en los partidos de casa, la plantilla se concentra el mismo día de partido y no un día antes como hasta ahora. Tras llegar y comer en el lugar de concentración, el equipo se dirigirá directo al Santiago Bernabéu para el partido de este miércoles noche.

Los jugadores del Real Madrid durante un entrenamiento dirigido por Julen Lopetegui / EFE

Esta decisión ha llegado impulsada desde la capitanía del equipo merengue, que encabeza Sergio Ramos. El de Camas considera que no es necesario tener tantas horas al equipo aislados de sus familias y su entorno cuando el partido en cuestión se disputa en casa.

La posición de Lopetegui

Sin embargo llama la atención este cambio de hábitos en un equipo acostumbrado a ganar en Europa. Con Zinedine Zidane las concentraciones el día previo al partido eran obligatorias, por mucho que el técnico francés siempre usase el diálogo y el buen tono con sus jugadores.



Pero en esta nueva era Lopetegui parece que algunas cosas han cambiado. Reunir al equipo el mismo día de partido es un método nuevo que está por ver cómo funciona, por mucho que Ramos considera que esto no implicará ningún cambio en el rendimiento del equipo.



La primera oportunidad para ver si realmente es así tendrá lugar esta noche. El equipo es consciente de la entidad del rival, ¿pero llegarán mentalmente a punto? ¿O afectará la nueva rutina a su rendimiento?