Luka Modric casi toca el cielo este pasado verano en Moscú. La selección croata que él comanda estuvo muy cerca de lograr en la capital rusa el mayor título mundial a nivel de selecciones. Un hito que habría pasado a la historia como toda una proeza, impensable sin la participación de su diez en el equipo.
Después del Mundial, y con el título de mejor jugador del torneo bajo el brazo, el balcánico vio durante varias semanas cómo su futuro se convertía en objeto de rumores y debate. La posible salida de Modric del Real Madrid puso un nudo en la garganta del madridismo, temeroso de perder su segunda gran estrella del verano tras Cristiano Ronaldo.
Finalmente, el centrocampista optó por quedarse en el club merengue, en el que ha sido una pieza clave e insustituible en los últimos años, sin la cual no se podrían entender las últimas tres Champions League del equipo.
Hasta 2020
Sin embargo, el panorama ha cambiado para Modric con el arranque del nuevo curso. A pesar de mantenerse en el plantel blanco, al croata le sigue rondando la idea de optar por seguir su carrera lejos del Santiago Bernabeu.
Uno de los motivos tiene que ver con su situación contractual. Modric y su entorno lograron sacar a Florentino Pérez una mejora salarial tras flirtear con partir rumbo a Italia. Este acuerdo colocó al mediocampista en la escala de salarios más altos de la plantilla merengue. Sin embargo, hay un punto de ese documento que no resulta del todo satisfactorio para el balcánico. Su contrato con el Madrid termina en 2020, es decir, cubre la temporada actual y una más.
Teniendo en cuenta su edad (33 años), Modric es consciente que ya sólo puede aspirar a un gran contrato más en un club de primer nivel europeo. Y eso es lo que precisamente le ofrecía el Inter este verano: misma salario que el logrado en el Madrid, pero por más años.
Ese matiz es importante para Modric. Un jugador que, a pesar de su aparente fragilidad, es físicamente una roca, pero que podría empezar a mostrar señales de declive en poco tiempo. La edad no perdona.
Competencia con Isco
A todo ello se le añade un factor más que podría empujarle a salir. La llegada de Julen Lopetegui al banquillo blanco, unida a la salida de Cristiano Ronaldo del equipo, ha implicado una serie de cambios en la construcción del once inicial merengue.
Por lo visto hasta ahora, el técnico vasco tiene claro que su ataque lo conforman Karim Benzema, Gareth Bale y Marco Asensio, lo que implica que habría que trasladar a Isco al centro del campo. Ahí el malagueño se juega el puesto con Modric, que por el momento mantiene la titularidad, pero que percibe ese movimiento como una amenaza a su estabilidad en la alineación tipo madridista.
Sin recambio a la vista
Todos estos factores están haciendo dudar al croata, un jugador ya veterano, que ha conseguido todos los títulos con el Madrid, y que podría buscar en Milán una última aventura en el fútbol de altísimo nivel.
Una hipotética salida de Modric, eso sí, dejaría al club blanco en una situación complicada. En las oficinas de la entidad entienden que, a pesar de la progresión de jugadores como Dani Ceballos, no existe a día de hoy un substituto posible para el maestro balcánico.