Sergio Ramos ha sido uno de los señalados tras el batacazo del Real Madrid en San Mamés. El conjunto blanco se perdió contra el Athletic Club los dos primeros puntos de la temporada y eso no sentó nada bien a la afición madridista.
Durante y después del encuentro en Bilbao, los aficionados blancos estallaron en Twitter y, pese a que suene sorprendente, uno de los más criticados fue su capitán, Sergio Ramos.
Fuera de lugar
Al central blanco se le recriminó, sobretodo, su afán de protagonismo y su desmedida ansia por conseguir un gol. Y es que parece que Sergio Ramos quiera conseguir la gesta de marcar y alzarse como el alma del equipo en cada partido.
Los aficionados del Real Madrid son conocedores de la ambición y el ímpetu de Sergio Ramos, pero de ahí a que se desentienda de sus tareas defensivas para llevar a cabo el trabajo de los delanteros les saca de quicio.
Comparaciones odiosas
Tras 14 temporadas en el club blanco, Sergio Ramos ve en el presente curso la oportunidad de ser una leyenda para el equipo. Sin embargo, el jugador parece haber olvidado cual es su cometido dentro de la plantilla.
El sevillano tiene el espíritu necesario para liderar un grupo como el del Real Madrid, pero no le basta con eso. Además de ser capitán quiere marcar muchos más goles.
La marcha de Cristiano Ronaldo al fútbol italiano ha dejado la tarea de lanzar faltas y penaltis, coto reservado para el portugués hasta la fecha, en el aire. Si bien cualquier jugador de ataque podría encargarse de las penas máximas, con jugadores como Modric, Kroos o Isco, el Real Madrid tiene más que cubierto el puesto de lanzador de faltas.
Sergio Ramos se ha empeñado en hacerse cargo de cualquiera de ellos. Los aficionados madridistas entienden que el capitán suba a ejecutar alguna de estas acciones alguna vez o en partidos que ya están sentenciados, pero que sea en cada ocasión les desagrada enormemente.
Muchos de ellos le achacan al capitán que ha querido asumir el papel de Cristiano Ronaldo y es algo que no debe hacer, pues mientras que él este en zona de ataque deja debilitada y vendida a la defensa en un posible contraataque del conjunto rival.
“El dueño del cortijo”
Otro de los puntos a los que se ha referido la afición del Real Madrid es que parece que Sergio Ramos es más que nadie en el equipo. El surgimiento de nuevos ídolos para la hinchada es algo a lo que el capitán blanco le teme.
Parece que el ser un veterano le da carta blanca para hacer y decidir en todo momento, pero más que mostrar su capacidad de liderazgo parece tener miedo a caer en el olvido, pues no restan demasiadas temporadas para que empiece a pensar en colgar las botas.
Tras conseguir un papel distinguido en la selección española quiere extrapolarlo al Real Madrid, donde no contar con Cristiano Ronaldo le allana el camino.
Sea como sea la afición terminó el sábado muy disgustada tanto a nivel general como particular. Las malas decisiones de Julen Lopetegui para afrontar el partido y la actitud arrogante de Sergio Ramos fueron los protagonistas en el primer pinchazo del Real Madrid.