Para Julen Lopetegui el partido de San Mamés se presentaba como la primera prueba de fuego para el técnico desde su llegada al Real Madrid. Tras saldar sus primeros tres compromisos ligueros con relativa facilidad, un rival de envergadura amenazaba sus decisiones técnicas.
Ya avisamos de que la confección del centro del campo del Real Madrid sería uno de los principales problemas de Julen Lopetegui, pues con todos los jugadores en perfecto estado de forma la decisión de alinear a uno u otro podía ponerle en el ojo del huracán si no se conseguía un resultado positivo.
Experimentos arriesgados
Modric, Isco y Marco Asensio son los problemas de Julen Lopetegui a la hora gestionar titularidades y suplencias. Para afrontar el partido contra el Athletic Club el técnico vasco apostó por colocar al croata en el centro del campo acompañado por Kroos y Dani Ceballos. La apuesta por el jugador andaluz sólo duró 45 minutos, sustituyéndolo por Casemiro en el descanso.
Mientras que Marco Asensio, cargado de minutos tras sus partidos con la selección española, formó parte de la delantera, Isco tuvo que afrontar su segunda suplencia consecutiva.
El jugador malagueño se reivindicó y respondió sobre el césped a su técnico, ya que entró por Luka Modric y anotó el gol del empate, evidenciando que las decisiones de Julen Lopetegui no fueron las más acertadas a la hora de plantear el partido.
Fichaje impuesto
Pero si hay un tema que crispó a la hinchada del Real Madrid fueron las decisiones que tomó el técnico vasco para intentar, sin acierto, desatascar un partido que tenía muy cuesta arriba.
Si bien el ataque blanco no carburó demasiado bien durante el encuentro, Julen Lopetegui se mostró apático a la hora de solucionarlo. Con empate a uno en el marcador y restando quince minutos para la conclusión del encuentro, el técnico decidió realizar el tercer cambio retirando a Gareth Bale del terreno de juego y dando entrada a Lucas Vázquez.
Teniendo en el banquillo a un jugador como Mariano Díaz, delantero centro y con olfato de gol, Julen Lopetegui optó por confiar en un jugador con el que apenas contó en los tres partidos anteriores y que tampoco aportó nada en éste.
Más allá de las dudas mostradas por el planteamiento y el juego del equipo de Lopetegui, el madridismo se hizo eco de esta situación y expresó su incredulidad. Pocos entienden que Mariano se quedara en el banquillo en un momento del partido en el que el Real Madrid necesitaba claramente una referencia en ataque.
Tal vez el fichaje de Mariano Díaz, repescado del Olympique de Lyon a cambio de 21 millones y medio de euros, llegó deprisa y corriendo para paliar la marcha de Cristiano Ronaldo y contentar a la afición enviando el mensaje de que en esté proyecto se confía en los jugadores de cantera.
La decisión de Julen Lopetegui en un momento tan crucial hace pensar de que no es así y que el fichaje del delantero le llegó impuesto desde arriba más que por sus necesidades.
Sin margen de error
Poco han tardado en surgir las primeras dudas y criticas hacia el técnico blanco. Presentado como un exponente del nuevo fútbol y capaz de hacerse cargo de la plantilla madridista, la forma de plantear los partidos y las decisiones que toma cuando las cosas van mal no parecen gustarle a la afición.
En la semana del debut europeo Julen Lopetegui no puede sembrar más dudas, pues una actuación similar a la del pasado sábado no haría más que acrecetar las dudas de la afición del Real Madrid respecto al técnico vasco.