Durante años Florentino Pérez construyó torno a sí una imagen de conseguidor implacable. De negociador exitoso y empresario número uno entre los presidentes de los grandes clubes europeos. Alguno incluso se atrevió a calificarlo como “ser superior”.



Esta imagen fue fruto de una estrategia empresarial muy definida y que a lo largo de sus años como mandamás del Real Madrid no siempre ha coincidido con una estrategia deportiva eficaz. En su primer etapa al frente del club blanco Florentino esgrimía la necesidad de traer cada verano una superestrella mundial al Santiago Bernabéu.



Los galácticos, más allá de su indudable –en la mayoría de los casos- valía futbolística, eran sobre todo una manera de alimentar la gallina de los huevos de oro que Florentino quería construir en torno al Madrid.

Un nuevo escenario

Sin embargo, los tiempos han cambiado en el actual panorama futbolístico. La entrada de nuevos actores, con fortunas muy por encima de las que disfrutan los tradicionales clubes europeos, ha puesto patas arriba el mercado del balompié, resituando a los personajes que integran esta obra.



El caso más paradigmático es el que representa el PSG. El club parisino, un histórico del fútbol francés pero un equipo de segunda fila entre los nombres que han dominado el fútbol europeo históricamente, ha construido en los últimos años un equipo repleto de estrellas y que aspira a todo.



Su gran jugada maestra tuvo lugar hace ahora algo más de un año, cuando desde París se pagó la millonaria cláusula de rescisión que Neymar tenía en el Barcelona, logrando así uno de los fichajes más sonados en la historia moderna del fútbol.

Rumores en torno a Neymar

Pero el camino irregular del club francés el curso pasado, cuando cayó en octavos de final ante el Real Madrid en la Champions League, así como la agridulce temporada del brasileño, dispararon los rumores en torno al jugador y una posible salida en dirección, precisamente, a la capital de España.

Una foto de archivo de Neymar durante la celebración de un acto de su Fundación / EFE

Dichos rumores se mantuvieron vigentes durante meses, convirtiéndose en la comidilla del mundo futbolístico, aunque sin ser confirmados de manera oficial por ninguna de las partes, incluido el jugador.



Sólo el propio equipo parisino saltó a la palestra para desmentir que su jugador emblema fuese a salir de los Campos Elíseos sólo un año después de llegar a París. En ese contexto, tanto el PSG como el club blanco trataron de aparentar cordialidad y respeto mutuo, evitando estrategias mucho más agresivas sí utilizadas por Florentino en el pasado.



Pero las últimas declaraciones de Nasser  Al-Khelafi, presidente del conjunto francés, reflejan hasta qué punto los intentos de Florentino y el Madrid llegaron a molestar a los dirigentes parisinos.

Amenaza velada a Florentino

En una entrevista con el diario Marca, el directivo qatarí se ha referido en términos muy duros a los intentos de hacerse con alguna de sus estrellas por la puerta de atrás, con una alusión explícita al Madrid. "No es justo que otros clubes o alguien hable con nuestros jugadores. No nos gusta nada y lo hemos hablado en su momento con el Real Madrid", ha asegurado Al-Khelafi.

Para a continuación tratar de calmar los ánimos, a su manera, con los actuales ejecutivos merengues: “Tenemos una buena relación y respetan al PSG, espero que sea verdad. Nosotros respetamos al Real Madrid y a su presidente, Florentino Pérez, pero creo que es importante para todos que no trabajemos por detrás del escenario. No sé si me entiende”.

“Si hay algo es mejor siempre que hablemos, hablar con Florentino Pérez o con el que sea y que digamos lo que nos gusta y lo que no nos gusta. Es lo que esperamos de todos los clubes, no sólo del Real Madrid. Matarnos entre nosotros no es la forma de trabajar del PSG y espero que otros clubes no nos hagan eso mismo a nosotros", ha sentenciado, lanzando así un mensaje muy claro a Florentino y a otros dirigentes de grandes clubes.