La histórica paliza que la Selección Española endosó este pasado martes a Croacia ha disparado el optimismo en torno al combinado nacional. Al mismo tiempo que ha encumbrado a una serie de jugadores que aparecen como las piezas clave para el presente y el futuro del equipo que dirige Luis Enrique.



Pero el abultado resultado también ha dejado varios damnificados. Principalmente claro está en el plantel croata, que disputaba en Elche su primer partido oficial tras la brillante actuación en el Mundial de Rusia, en el que acabó como subcampeona.

Croacia llegaba así como uno de los equipos de momento. Un equipo fresco, dinámico y con jugadores decisivos en clubes punteros de Europa, que han acabado por explotar mediáticamente, en muchos casos, tras su desempeño en Rusia.

El año de Modric

Al frente de todos ellos se sitúa Luka Modric, la gran estrella del equipo balcánico y uno de los puntales del Real Madrid tricampeón de Europa. El croata se encuentra ahora mismo en la plenitud de su carrera futbolística, después de despuntar en su Croacia natal, explotar en el Tottenham inglés y deslumbrar en el Madrid.



La fantástica temporada del mediocampista, tanto en su club como con la selección, le han convertido en uno de los favoritos –sino en el principal- para los trofeos individuales de The Best y el Balón de Oro. Un anticipo de estos fue el premio de la UEFA al mejor jugador europeo del año y que fue otorgado al croata, por delante de su ex compañero Cristiano Ronaldo.



Pero ese aparente favoritismo de Modric cuenta con numerosos detractores. Voces que entienden que, a pesar de la buena temporada del balcánico, su influencia en el juego y el resultado de sus equipos no es tan decisiva como para ser merecedor de tales galardones.

Superado en Elche

Estas voces se vieron reforzadas con la pobre actuación del croata este mares contra España. El habilidoso centrocampista se vio incapaz en todo momento de hilvanar el juego de su selección y de dotarle de la pausa necesaria ante la avalancha española.

Isco y Modric en el España-Croacia / EFE

Desde luego la pobre actuación de Modric no fue una excepción en el conjunto balcánico, pero de un jugador que aspira a ser nombrado como el mejor del mundo hay que esperar cierta capacidad de reacción, y más en un partido de este calibre, aseguran los más críticos con el croata.   

Y es que el propio capitán de Croacia reconoció su pobre actuación en el encuentro. “No hemos estado ni de cerca en el nivel que debemos tener”, aseguró al terminar el partido. “Hemos dejado jugar fácil a España y si lo haces ellos te castigan”, añadió.

La alternativa Griezmann

El mal partido de Modric aviva así el debate sobre quién merece realmente el Balón de Oro que reparte la revista francesa France Football. Muchos analistas consideran que dicho premio debería este año llevar el nombre de Antoine Griezmann, por su condición de jugador decisivo en la campeona del mundo Francia.

Esta posición es compartida por profesionales como el Cholo Simeone, entrenador de Griezmann en el Atlético de Madrid, quien en las últimas horas se ha pronunciado de nuevo a favor de su pupilo para este premio. Al igual que lo han hecho otros compañeros como Saúl Ñíguez y Lucas Hernández.

Incluso algunas voces vuelven a poner sobre la mesa la candidatura de Cristiano Ronaldo, un jugador clave en la consecución de la Champions por parte del Madrid el curso pasado, aunque con una actuación menos brillante en la Copa del Mundo.