El inicio de Liga del Real Madrid está dejando prácticamente solo buenas noticias en la casa blanca. Las tres victorias y, en general, el buen juego desplegado por el equipo ha levantado el ánimo de una afición que arrancó el curso con dudas.
El optimismo se ha contagiado además a la plantilla. Jugadores que, aun siendo importantes en los últimos años, siempre sufrían la sombra de Cristiano Ronaldo, están dando un paso al frente. Y todo ello con la ayuda de Julen Lopetegui, el nuevo capitán al mando de la nave merengue.
El técnico vasco está logrando ganarse al vestuario blanco a base de talante, confianza y trabajo. Lopetegui, a pesar de la salida en verano del crack portugués, está encantado con el plantel madridista. Los blancos siguen teniendo una de las mejores plantillas del mundo, repleta de alternativas y recambios en los puestos clave del equipo.
Estas buenas sensaciones envuelven también a los principales delanteros del plantel. Karim Benzema y Gareth Bale son los máximos exponentes. Pero también jugadores tan ofensivos como Marco Asensio, Isco o Luka Modric han iniciado el curso con buenas actuaciones, a pesar del movido verano que han tenido algunos de ellos.
La excepción del vestuario
Pero en el vestuario del Madrid hay una excepción. Un hombre que se convirtió en clave en muchos de los momentos más importantes de la era de Zinedine Zidane. Un jugador que aterrizó en el Bernabéu con un perfil bajo pero que logró hacerse un hueco entre las grandes estrellas merengues.
Lucas Vázquez se ha caracterizado en estos años por su fiabilidad. Un jugador veloz, habilidoso y con mucho gol, ideal para desatascar partidos y aprovechar las espaldas de las defensas del equipo rival.
Poca relevancia y minutos
Pero al jugador gallego no le están saliendo las cosas en este arranque de año como probablemente esperaba. Lucas está contando poco hasta el momento para Lopetegui, que lo ha utilizado en los tres partidos de Liga jugados hasta ahora como recambio para los últimos minutos del encuentro.
En total el joven atacante ha disputado 21 minutos en lo que llevamos de campeonato, muchos de ellos cuando los partidos ya estaban decididos a favor del Madrid. Tiempo en el que además ha pasado más bien desapercibido (todavía no ha estrenado su casillero goleador ni de asistencias).
Este rol secundario tuvo su precedente en la Supercopa de Europa, cuando Lopetegui sacó a Lucas a falta de siete minutos para el final del tiempo reglamentario. Ni en ese tiempo ni en los fatídicos 30 minutos para el Madrid en los que se convirtió la prórroga frente al Atlético, el jugador gallego logró tener incidencia sobre el juego.
Fuera de la lista de Lucho
Pero los males del madridista no se acaban ahí. El pasado viernes en Las Rozas, el suyo fue uno de los nombres que más se echó de menos en la convocatoria de Luis Enrique para los próximos compromisos de la selección. Si Lucas se convirtió en un fijo de la lista en la etapa final de Lopetegui al frente del combinado nacional, parece que por ahora Lucho no confía demasiado en el atacante.
Está por ver cuál es el rol que el nuevo entrenador merengue quiere otorgar a Lucas según avance la temporada. Pero si hay que fiarse de lo visto hasta ahora, a Lucas Vázquez le espera una de las campañas más complicadas desde que regresó a Concha Espina.