Gareth Bale es el nuevo líder del Real Madrid. Con la marcha de Cristiano a la Juventus, el galés ha asumido los galones del equipo en el terreno de juego, al menos en la zona ofensiva. Desde el palco no han querido hacer ninguna inversión descabellada a la espera de Neymar y creen que el extremo puede ser el referente ofensivo del equipo.
Hasta la fecha ha cumplido con las expectativas que el club y la afición le han pedido desde su llegada –allá en el 2016– y que nunca ha llegado a mostrar, frustrado durante mucho tiempo por las lesiones. De momento, dos partidos de Liga y dos goles para liderar a un Madrid que se sitúa primero de la clasificación empatado con el Barça. Con este inicio y con un sistema de juego distinto, basado en el juego en equipo, Gareth Bale tiene la banda derecha asegurada.
Relegado al banquillo
Su calidad y la inversión que hizo en su día Florentino Pérez avalan al jugador para ser titular indiscutible, algo que no ha ocurrido en las últimas temporadas con Zidane. Lucas Vázquez era el extremo elegido por Zizou para dar electricidad y velocidad a la banda. Empezó con pocos minutos y acabó convirtiéndose en un fijo de Zidane. Ahora, parece ser que el extremo de La Fábrica tendrá que volver a ganarse un sitio que parece indiscutible.
Pese a que fue el máximo asistente del equipo con 11 pases de gol la temporada pasada, las opciones del español se apagan a la sombra de Gareth Bale. Su figura será importante como revulsivo, especialmente para asistir a Benzema y el recién llegado Mariano, dos jugadores de área que necesitan buenos socios, pero de momento tan solo ha jugado 16 minutos. 13 contra el Getafe y tres en Girona.
Muy a su pesar, Vázquez está llamado a ser el suplente de la delantera. Además, la llegada de Mariano puede convertirse una buena sociedad de cara a gol o en una competencia directa por la que se disputara los minutos que Lopetegui quiera dar descanso a Gareth Bale, Benzema o Asensio.