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La juventud rebosa en el vestuario del FC Barcelona. Las irrupciones de jugadores como Lamine Yamal y Pau Cubarsí han rebajado la media de edad de la plantilla azulgrana a una de las cifras más bajas de la historia de la entidad barcelonesa. Este curso 2025-26, el club azulgrana atesora la plantilla más joven de toda la Liga, 25.4 años de edad, y aunque dicha característica puede ser una bendición en algunos momentos, en otras ocasiones es una maldición. Un gran ejemplo de ello es la falta de liderazgo. Desde la marcha de Iñigo Martínez no existe una figura de líder en la plantilla, pero han aparecido algunos candidatos.

El zaguero vasco abandonó la Ciudad Condal este verano como una pieza focal del sistema de Hansi Flick. Su buen posicionamiento y contundencia lo hicieron muy importante en el esquema culé, pero sobre todo fue su corazón y alma de líder lo que lo catapultó a la élite mundial en su posición. Ahora, tras su marcha, dicho hueco se nota --y mucho-- y con una plantilla tan joven hace falta una figura parental.

Capitanes sin sangre

Los tres primeros capitanes deberían ser los encargados de asumir dicho rol, pero en este caso, no está siendo así. Marc-André ter Stegen sigue lesionado y aunque podría ejercer como jefe de vestuario, el meta alemán nunca ha sido de este estilo. Otro que ejemplifica este problema es Frenkie de Jong, tercer capitán del Barça, pero tampoco desempeña el papel de capitán de corazón que desarrollaba Iñigo Martínez.

Ter Stegen / EFE

Frenkie de Jong, ante Vinicius EFE

Ronald Araujo comete falta sobre Vargas durante el Sevilla-Barça EFE

Asimismo, este problema no ocurre con Ronald Araújo. El central charrúa es todo corazón y liderazgo a voz, pero su presencia en el campo no es estable. De hecho, en lo que llevamos de temporada, Araújo tan solo ha sido titular en seis ocasiones y en los últimos tres encuentros suma menos de 40 minutos.

El líder del vestuario

Es por ello que el candidato más fuerte para recoger el testigo de Iñigo como líder del vestuario es Raphinha. El extremo carioca ya es el cuarto capitán de la plantilla y aunque tan solo lleva cuatro campañas en la Ciudad Condal, su alma es azulgrana y no se cansa de demostrarlo. En una plantilla a rebosar de jóvenes promesas, su presencia aparece como una figura parental que guía a las perlas en la dirección correcta. De hecho, su impacto emocional en el plantel barcelonés ya se notó el curso pasado y ahora, con su lesión, se ha vuelto a sentir.

Raphinha, en un entrenamiento del Barça previo al clásico contra el Real Madrid FCB

Desde que tuvo que apartarse de los terrenos de juego por una lesión muscular en el bíceps femoral del muslo derecho, el Barça acumula tres derrotas: Sevilla, PSG y Real Madrid. Justamente en estos tres encuentros el Barça figuró sin un rumbo claro y se notó una falta de liderazgo emocional muy clara. Es por eso que Raphinha es el candidato claro para llevar el brazalete emotivo del FC Barcelona de Hansi Flick.

Raphinha en el palco de Montjuïc durante el Barça-Olympiacos EFE

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