Los futbolistas del Barça celebran el gol de la victoria contra el Levante EFE
El Barça juega con fuego en la Liga mientras Laporta sigue atascado con las inscripciones
El equipo, a la espera de Szczesny y Gerard Martín, gana por los pelos al Levante tras encajar dos goles en la primera parte.
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El Barça va al límite. Joan Laporta, en los despachos y Hansi Flick, en el vestuario. Sin novedades con las inscripciones de Szczesny y Gerard Martín, el equipo azulgrana jugó con fuego en Valencia. Tras una primera parte decepcionante, culminada con un dudoso penalti de Balde, el campeón tiró de orgullo y paciencia para revertir un partido con muy mala pinta. Su pegada maquilló una fragilidad defensiva preocupante, con un Cubarsí muy inseguro, sin Iñaki Martínez como socio.
El autogol de Elgezabal, en el tramo final del partido, certificó la espectacular remontada de un Barça bipolar. Antes, Pedri y Ferran habían mantenido al equipo con vida el día que Flick apostó por Casadó y Rashford en el once titular. En el descanso fueron sustituidos por Gavi y Dani Olmo.
Seis puntos en Liga
El Barça ya suma seis puntos de seis posibles en la Liga. Ha ganado los dos partidos disputados. El primero, con mucha suficiencia. El segundo, con sufrimiento. La próxima semana jugará otro partido áspero contra el Rayo, en Vallecas. Luego, al menos en teoría, jugará en casa, aunque no se sabe si será en el Camp Nou o en Girona.
Los jugadores del Barça celebran el gol de la victoria ante el Levante EFE
Algunas cosas no cambian en el Barça, al menos con Laporta en la presidencia. El club vive al día, en la más absoluta improvisación, pendiente del Fair Play Financiero y sin poder inscribir todavía a Szczesny, Gerard Martín y Roony Bardghji.
El malestar de Flick
A Flick, un hombre de club, le cuesta disimular su malestar y su frustración. Los problemas burocráticos persisten y al técnico no le gustó que se especulara con las posibles salidas de Fermín o Casadó por motivos económicos. Tampoco entiende qué pasa con el Camp Nou ni sabe dónde jugará los primeros partidos del curso en Barcelona.
Hansi Flick celebra un gol del Barça al Levante EFE
La marcha de Iñigo Martínez ya fue dolorosa y frustrante para Flick. El vasco era el gran líder de la defensa del Barça, la extensión del técnico en el campo. Sin él, el equipo es más blando. Cubarsí y Araujo no mezclan tan bien, y el Levante castigó la fragilidad barcelonista con un gran gol de Iván Romero y otro, de penalti, transformado por Morales.
Joan García, batido por Iván Romero en el Levante-Barça EFE
Primera parte patética
El Barça de Flick debe reinventarse. Tal vez le baste con un cambio lampedusiano. No necesita ninguna revolución ni agitar mucho la coctelera, pero algunos movimientos son demasiado previsibles para los rivales. Incluso para un Levante que la pasada temporada jugaba en Segunda División. La primera parte barcelonista en el Ciutat de València fue patética. La segunda fue otra historia.
Los futbolistas del Levante celebran un gol al Barcelona EFE
Con Gavi y Olmo, tuvo más ideas y chispa el Barça. En poco más de seis minutos neutralizó la ventaja del Levante con goles de Pedri y Ferran, pero el equipo parece menos intenso y clarividente que hace un año. Al final, una internada de Lamine Yamal, muy apagado hasta entonces, fue la solución de todos los males barcelonistas, con la ayuda involuntaria de Elgezabal.
Pedri realiza su clásica celebración, con dedicatoria a su padre ante el Levante EFE
En Valencia, el Barça fue de menos a más. Blando en defensa y letal en ataque. Salvó un partido que amenazaba con dinamitar la felicidad del vestuario barcelonista y de un Laporta con deberes pendientes. Su gestión pende de un hilo y, una vez más, el club está en manos del equipo. De la gestión de Flick y de la ambición de los futbolistas.