El Barça vive al día. Peligrosamente. El club que preside Joan Laporta cerró los fichajes de Joan García y Marcus Rashford para el primer equipo, pero todavía no ha podido inscribir a ambos futbolistas. La negativa de Ter Stegen de firmar el informe médico de su operación es un problema añadido para Deco y Hansi Flick, quien desearía un refuerzo más para la defensa.
Flick está satisfecho con las incorporaciones de García y Rashford. Quería un portero de primer nivel, con mucho futuro, y un extremo que aumentara la competencia en ataque. El técnico alemán también desearía tener un lateral. Satisfecho con el rendimiento de Balde, Gerard Martín y Jofre Torrents en la banda izquierda, desearía contar con un lateral diestro.
Koundé y Éric
El entrenador del Barça confía plenamente en Koundé, cada vez menos central y más lateral. El francés aporta intensidad y profundidad. Es un futbolista que equilibra muy bien el equipo y la banda derecha. Es un buen socio para Lamine Yamal y comenzará la temporada como titular.
Roony Bardghji y Jules Koundé en un partido contra el Vissel Kobe
Flick desearía tener, como relevo, a un lateral más ofensivo y rápido. Su apuesta era Jeremie Frimpong, pero el lateral neerlandés acabó fichando por el Liverpool. Dumfries, del Inter de Milán, también gusta mucho, pero su contratación está prácticamente descartada.
Los centrales
La solución de Flick podría pasar por reiterar su apuesta por Éric García como lateral. Esta opción permitiría que el Barça pudiera retener a los otros centrales: Pau Cubarsí, Iñigo Martínez, Ronald Araujo y Andreas Christensen.
Raphinha, Eric García y Pedri celebran el primer gol de la pretemporada del Barça
El problema del Barça es que no tiene garantizado su regreso a la norma del 1:1 y al club le iría muy bien una venta importante, para ingresar dinero y para ahorrarse una ficha elevada. Christensen, por ejemplo, cobra entre seis y siete millones de euros netos por temporada. Mucho dinero para un actor que, teóricamente, debería interpretar un papel muy secundario.