Los jugadores del FC Barcelona celebran un gol en el derbi contra el RCD Espanyol FCB
De las 'miraditas' en el campo a una buena amistad: la relación de dos cracks del Barça da un giro radical
Una joven estrella se ha ganado la confianza de un peso pesado del vestuario tras demostrar que puede ser diferencial en un partido
Lamine Yamal: ídolo de masas entre los jóvenes y una empresa 'con patas' que da de comer a una veintena de asesores
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El vestuario del Barça es curioso. Conviven una generación de chicos formados en la Masía, que no llegan a los 25 años, con veteranos como Robert Lewandowski, Iñigo Martínez o Marc-André ter Stegen. La convivencia, en algunos casos, es complicada, aunque no hay asperezas que no se puedan solucionar sobre el verde.
No hay caso que lo ejemplifique mejor que el de Lamine Yamal y Lewandowski. La temporada pasada, la primera del genio de Rocafonda en la élite, el extremo catalán dio muestras del futbolista que podía llegar a ser. El delantero polaco, compañero en la delantera, le observaba de cerca. Y a veces le lanzaba miraditas, gestos o le negaba el saludo cuando no le pasaba un balón.
Lamine se gana su confianza
A Yamal le faltaban algunas cosas por pulir. Y Lewandowski, acostumbrado a recibir muchos balones, no se encontraba a gusto bajo la tutela de Xavi Hernández. El equipo no funcionaba. Todo ha cambiado con Hansi Flick. Lamine se ha erigido como uno de los mejores jugadores del mundo, y se ha ganado la confianza de Robert con tan solo 17 años.
Es la misma joya del Barça la que ha explicado este proceso en los micrófonos de la cadena SER. "Ha mejorado mucho la relación. Al final, cuando llego, soy un canterano que sube. No tienes la misma relación que tenemos ahora, que jugamos casi cada semana juntos, entrenamos juntos, estamos siempre juntos. Ahora es muy buena", remarcó el 19 del Barça.
Amigos fuera del campo
"He quedado muchas veces con él fuera del campo. De vacaciones, a lo mejor nos encontramos. Es muy buena. Es una leyenda del fútbol. Tiene todo el respeto del vestuario por todo lo que ha hecho, lo que hace. Ha ido mejorando, pero es algo normal", agregó Lamine.
Lewandowski y Lamine Yamal festejan juntos una victoria del Barça en la Liga EFE
El año pasado, cuando Yamal buscaba su gol, no era por egoísmo, sino porque no levantaba la cabeza: "Todos se han dado cuenta de que no es porque no quiera darla, si no es porque no les veo. Se da cuenta de que no le he visto, Robert". Dos cracks con tanta calidad estaban destinados a entenderse.
