"Nunca fui de esconderme y nunca lo haré", Araujo sale al paso de las críticas tras sus fallos contra el Inter en Milán

Ronald Araujo volvió a quedar señalado en una eliminación de la Champions League. No se marchó expulsado del Inter de Milán-Barça (4-3), pero apareció como protagonista negativo en las fotografías de los dos últimos goles. Sin embargo, el segundo capitán del FC Barcelona no se sintió culpable, ni mucho menos, al término del encuentro en zona mixta.

Los culés se abalanzaron en redes sociales sobre la figura del zaguero charrúa, uno de los futbolistas azulgranas más cuestionados en el estadio Giuseppe Meazza. Tanto fue el acoso de sus detractores, que el defensor de 26 años limitó los comentarios en Instagram. En medio de la polémica, Ronald ha roto su silencio mediante una publicación, pero no ha dado marcha atrás: "Lo acepto y reconozco. Nunca fui de esconderme y nunca lo haré".

No hay marcha atrás

El vestuario barcelonista se ha solidarizado con el defensor uruguayo. Frenkie de Jong, Pau Cubarsí, Iñaki Peña, Alejandro Balde, Éric García, Pablo Torre y Sergi Domínguez han comentado el post con corazones y emoticonos de fuerza, en señal de apoyo al central en un momento personal duro. El mediocentro neerlandés, otro capitán en el foco de las críticas, empatiza como nadie con Araujo. El guardameta alicantino y el mediapunta cántabro tampoco atraviesan su mejor momento, relegados al banquillo en este 2025. Excompañeros como Sergi Roberto, excapitán que también sufrió la dureza de los haters, y Riqui Puig, también se han volcado en los comentarios. Hasta Pito, estrella del Barça de fútbol sala, ha contribuido a la publicación con emoticonos de fuerza.

Ronald Araujo rompe su silencio sobre la eliminación de Milán y sus declaraciones tras el Inter-Barça de Champions League CAPTURA

Mensajes de apoyo de los compañeros de Ronald Araujo, tras el Inter-Barça CAPTURA

Después de perder la titularidad, lastrado por su baja de larga duración durante el primer tramo de la temporada, Ronald también se ha quedado sin la confianza de un sector del barcelonismo. La afición aboga por su traspaso, apenas tres meses después de renovar hasta 2031.

Los jugadores del Barça se vuelcan con Ronald Araujo despúes del Inter-Barça CAPTURA

A continuación, el mensaje íntegro:

"Lo acepto y reconozco.
Nunca fui de esconderme y nunca lo haré.

Duele quedar fuera, pero esto no termina acá.
Trabajamos, luchamos y dejamos todo en una serie durísima. No alcanzó, y eso duele.

Pero también siento orgullo. Orgullo de este equipo, de mis compañeros, del escudo que representamos y de cada culé que estuvo con nosotros en cada paso.

𝐃𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟓 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬𝐭𝐫𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐞𝐪𝐮𝐢𝐩𝐨 𝐲 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐚𝐟𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐥𝐚 𝐦𝐞𝐧𝐭𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐠𝐚𝐧𝐚𝐝𝐨𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞𝐧𝐞𝐦𝐨𝐬 Se viene el clásico y vamos a dejar el alma.
Somos Barca, volveremos más fuertes".

Premonición de Gundogan

Su tibieza en el gol del empate de Francesco Acerbi, jugador que jamás había marcado en la máxima competición continental, y su pérdida de la partida con Marcus Thuram, fundido, en la diana ganadora de Davide Frattesi lo situaron en el ojo de la opinión pública. Tampoco ayudó la falta de autocrítica, al excusarse en declaraciones a Movistar Plus. 

Un año atrás, ya se había excedido de confianza en una carrera con Bradley Barcola y cometió una falta como último hombre que le costó la expulsión del Barça-PSG (1-4). A la postre, la inferioridad numérica le costó la derrota y la eliminación al equipo catalán. Ilkay Gundogan señaló su error en palabras a los medios y abrió un cisma en el vestuario. El propio Araujo se molestó especialmente con las declaraciones de su compañero, como dejó entrever en la presentación del decimonoveno libro de Relatos Solidarios: "Prefiero guardarme para mí lo que pienso, tengo códigos y valores que creo que hay que respetarlos".

Posteriormente, el centrocampista matizó sus declaraciones, pero dejó una premonición inconscientemente: "Si no estás preparado para admitir errores, no puedes tener éxito". Araujo adoleció de autocrítica y le faltó entonar el mea culpa, como responsable de varios goles encajados en Milán. En consecuencia, el enfado de los aficionados fue mayor.