La otra cara del Barça de Flick: los casos conflictivos que amenazan el tramo decisivo de la temporada

El Barça-Celta (4-3) despertó todo tipo de pasiones. Euforia, por la remontada culé culminada en el minuto 98 gracias a un gol de Raphinha. Preocupación, por la imagen de desgaste físico y de falta de ideas en la primera parte. Y también frustración. Algunos jugadores se mosquearon con Hansi Flick por la falta de minutos.

Al técnico alemán no le hicieron ni pizca de gracia la reacción de estos futbolistas. "Entiendo que los suplentes estén tristes. Yo también he sido futbolista y ellos quieren demostrar que pueden ser útiles para el equipo. Entiendo perfectamente el sentimiento, pero no la reacción", aseguró Flick en la rueda de prensa previa al Barça-Mallorca.

El 'tiburón', frustrado

"Remontamos un partido que perdíamos 1-3 y tomamos las decisiones adecuadas. Es lo que deben ver los futbolistas. Me gusta ver la reacción dentro del campo, no fuera", agregó Hansi. Precisamente, los dos primeros sustituidos del encuentro fueron Ferran Torres y Fermín López. A los dos se les vio mosqueados.

El delantero de Foios no le dio la mano a Marcus Sorg, asistente de Flick, y se sentó con cara de pocos amigos en el banquillo, refunfuñando. Al día siguiente, en la ciudad deportiva, el entrenador del Barça habló con Ferran durante dos minutos. El semblante la había cambiado.

El tiburón será muy importante en las próximas semanas, sobre todo, por la baja de Robert Lewandowski. El 7 azulgrana será el delantero titular y debe seguir con su acierto de cara a portería. Es un hombre importante en la plantilla. Seguramente por su afán goleador, marcó el primer tanto ante el Celta, quería seguir jugando.

La energía en el centro del campo

Fermín López fue otro que abandonó el terreno de juego con cierta apatía. El enfado solo fue fruto del momento. Desde su entorno no le dan la más mínima importancia y apuntan a que todo futbolista "quiere jugar más". La realidad es que el mosqueo le duró segundos. Fue uno de los que más celebró la remontada liguera.

Fermín celebra el gol del Barça ante el Borussia EFE

Tanto Fermín como Ferran tiene una cifra de minutos muy similar. El de El Campilllo acumula 1.589' y el de Foios, 1.460'. Están para jugar mucho más. De ahí la frustración.

Esfuerzo sin premio

Más difícil de entender es la situación de Héctor Fort. El lateral diestro de 18 años se pasó calentando durante toda la segunda parte para luego no jugar ni un minuto. La situación le molestó. Flick, al final del partido, saludó a todos los futbolistas. Ahí, el futbolista formado en la Masía negó el abrazo del técnico.

Hansi Flick junto a Ansu Fati y Héctor Fort EFE

Fort solo ha participado en 15 partidos durante toda la temporada. Uno de ellos, con el Barça B. En total, suma la pobre cifra de 480 minutos. Por talento, el carrilero está para más tiempo de juego. Lo demostró la temporada pasada, donde cuajó grandes actuaciones, sobre todo, partiendo desde la banda izquierda.

Un problema de club

Aunque el mayor cabreo de todos fue el de Ansu Fati. Como Fort, calentó en la banda durante un buen rato. Pero no salió. Cuando lo supo, al volver a su asiento en el banquillo, tiró el peto de mala manera, dio una patada a una nevera y luego a las butacas de la banqueta. Lo captaron las cámaras de DAZN.

Ansu, esta temporada, se está topando con la realidad. Se ha negado a salir porque quiere triunfar en el Barça, pero Flick no le está dando oportunidades. Solo acumula 191 minutos y ha intervenido en 9 encuentros. Su salario es un problema para el club. En invierno, por ejemplo, se le buscó salida para fichar a Marcus Rashford, pero se agarró a su contrato. Tiene derecho a hacerlo.

Desaparecido

El último foco de conflicto en el vestuario se cierne en la figura de Iñaki Peña. El portero alicantino, a primera vista, se siente fuera del grupo. Este lunes, fue Ter Stegen el que lo metió en la charla de Flick, tirando de su camiseta. El cancerbero formado en la Masía no ha encajado bien su ostracismo.

Iñaki Peña y Wojciech Szczesny en un entrenamiento del Barça EFE

Todos los escenarios están abiertos de cara a verano. Su entorno afronta sin prisas su situación. Con contrato hasta 2026, la opción más viable, teniendo en cuenta su situación, es una salida. Iñaki cree que su bajada a los infiernos no se justifica en términos deportivos.

Flick pasó facturas en rueda de prensa. No entiende la reacción de algunos futbolistas. Sobre todo, en este tramo decisivo de la temporada. Sabe que para ganarlo todo, el vestuario debe estar unido.