Publicada

La afición del Barça, relajada y eufórica, despidió a Lamine Yamal con todos los honores. Con una gran ovación. El joven delantero, de 17 años, es el nuevo icono de un club que ha vivido muchas turbulencias y que ahora sueña con Europa. Sin complejos y con una propuesta futbolística interesante, Lamine es el futbolista que mejor simboliza el resurgir barcelonista.

Lamine firmó otra actuación sublime contra el Benfica. Él mejor que nadie leyó las urgencias del equipo portugués. Asumió riesgos el Benfica y el delantero de Rocafonda fue una pesadilla constante para los lisboetas.

Un gol maravilloso

Lamine fabricó el primer gol y marcó el segundo. No fue un gol normal. Cogió el balón en la banda derecha, superó a dos rivales y oteó a Trubin. El portero del Benfica estaba algo descolocado y puso el balón en el palo opuesto. La pelota se coló con tanta precisión como belleza.

Lamine, felicitado por Hansi Flick al ser sustituido EFE

El gol de Lamine fulminó al rival. Lo destrozó. Él es el futbolista más desequilibrante. El que tiene más magia. Antes, todos los niños quería ser Messi. Ahora quieren ser Yamal. Su zurda, como la del argentino, es prodigiosa. Con él, el Barça puede ganarlo todo. Todavía no hay antídoto capaz de frenarlo. Tiene talento y gol, aunque algunos pensaban que no.

Noticias relacionadas