El Barça de Flick también arrasa en la Copa: doble humillación al Valencia

Hansi Flick se imaginó un partido muy distinto al de Montjuïc, que acabó en goleada azulgrana. Carlos Corberán, más de lo mismo. "A ver si hemos aprendido de los errores", dijo antes los cuartos de final de la Copa del Rey en Mestalla. Su Valencia tiene muchas urgencias, pero no aprendió nada. Ninguno de los dos técnicos acertó en su pronóstico. El Barça destrozó a los ches delante de su afición, que sacó los pañuelos a pasear y se empezó a ir a la media hora del estadio.

Flick repitió el once de aquel 7-1 en el Lluís Companys. La única diferencia fue la entrada de Pedri, quien sufría una leve gastroenteritis, por Marc Casadó. La jugada le salió a las mil maravillas. Si en la montaña mágica el Barça se adelantaba en el minuto 3 de partido, en Mestalla más de lo mismo.

La mordida del tiburón

Ferran Torres cumplió con la ley del ex. Tiró un gran desmarque entre los centrales del Valencia, que estaban muy adelantados. Y Balde, que cada día va a más, le lanzó un pase perfecto al espacio. El tiburón con la punta de su bota derecha, a pesar de que la acción pedía rematar con la zurda, la cruzó hasta el fondo de la red.

Ferran Torres celebra su gol al Valencia con dedicatoria a las víctimas de la DANA EFE

El delantero de Foios, el mismo que explotó contra la gestión del gobierno autonómico y estatal por la DANA, no celebró el gol. Primero pidió perdón a la afición de su exequipo y luego mostró una camiseta interior con dedicatoria incluida: "No olvidemos Valencia".

La afición del cuadro che, un equipo histórico pero venido a menos, se animaba con lo que podía, con un error en salida de Cubarsí o un pase fallido de Szczesny. También con un gol anulado que al final corrigió el VAR. Ferran no estaba en fuera de juego y aprovechó el rechace en el poste de un disparo de Lamine.

Un Valencia triste

El Barça no tuvo piedad con un Valencia triste. Enfadado. Que se teme lo peor. A los 25 minutos perdía por tres goles. Pedri lanzaba un gran pase, de nuevo, a la espalda de la defensa. Pero esta vez era Fermín el que hacía de delantero. Con el control superó a Dimitrievski y definió de zurda, casi a puerta vacía.

Fermín marca gol ante el Valencia en los cuartos de final de la Copa del Rey EFE

Y Mestalla silbó a su equipo. Pero ni eso hacía reducir marchas al Barça. Ferran volvió a morder a la media hora, con un disparo desde la frontal, tras otra buena jugada trenzada de los azulgranas. Ferran sonreía con su hat-trick, pero la afición del Valencia desistía. La imagen era terrorífica. Faltaba más de una hora de partido y las gradas se vaciaban.

Una imagen desoladora

Mestalla siempre apretaba, rugía. Pero ante el Barça solo se escucharon quejas, silbidos y cánticos contra Peter Lim. Con el partido sentenciado al descanso, la entrada pagada solo servía para poner la mirada en el palco.

La afición del Valencia increpa al palco al perder contra el Barça EFE

En el campo, el Barça ya se lo tomaba con más calma. Flick dio media parte a Gerard Martín, por Balde, y a Iñigo Martínez, que entró por Cubarsí. Los azulgranas quitaron el pie del acelerador, pero ni aún así el Valencia tuvo ocasión de celebrar nada. El VAR le anuló un gol y un penalti por fuera de juego.

Dos polos opuestos

Y cuando el partido estaba más pausado el único en intentarlo era Lamine, que buscó el gol hasta que lo encontró. Eso sí, con mucha fortuna, con su peor disparo, uno raso centrado que se le escapó de las manos a Dimitrievski. Luego entraron Casadó, Dani Olmo después de cuatro partidos y Héctor Fort.

El partido estaba acabado. Realmente, lo estuvo desde el pitido inicial. El Valencia y el Barça, ahora mismo, son dos polos opuestos. En uno se respira alegría y optimismo. En el otro, la decrepitud y el declive más absoluto.